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Amante peligroso

Capítulo 70: Me llamo Venancio Gómez, recuerda mi nombre

-¿Eh?- Los ojos del hombre brillaban otra vez, mirando fijamente a la mujer al costado de la calle.

La luz era tenebresa, la mujer se paró sola debajo de la farola y la sombra se alargó que parecía un poco deprimida. Casi pensó que aquella debajo de la farola fuera un anciana que había experimentado mucho durante los años. Porque toda ella, incluso cada pelo parecía que estaba mostrando una vicisitud de la vida que había sufrido mucho durante los años.

Por eso, quería conocer más a ella ... ¿Qué tipo de mujer era ella? ¿Por qué aunque estaba en la juventud, ya parecía que había experimentado mucha amargura?

-En el dormitorio ... sólo hay fideos, cebolletas y algunos huevos. No tengo algo mejor para obsequiarte.-

Hizo una la brisa en la noche, el ruido fue desparramado por el viento. El corazón del hombre que estaba en el coche se conmovió de repente ... Resultó que esta mujer estaba parada sola debajo de la farola, pensando durante tanto tiempo con qué podía entretenerlo para que obtuviera la propina.

Pero pensó durante mucho tiempo, y luego dijo, -Solo queda esto en casa.- No tenía nada mejor para obsequiar y agradecerlo.

En ese momento, el hombre pensó que el dinero en su mano estaba extremadamente caliente. Echó un vistazo a este dinero ... Ese dinero de cantidad pequeña era extremadamente barato para él. Pero para la mujer, lo quería cambiar por lo mejor que tenía. Consideró que este dinero de su mano valía nada.

A pesar de un tazón de fideos de cebolleta, no costaba mucho.

El hombre en el auto miró a la mujer bajo la farola por un rato, luego dijo lentamente-Vale.-

En raras ocasiones, él empujó la puerta personalmente para salir del automóvil, caminó hasta el asiento del pasajero y le abrió la puerta.

-¿Dónde está tu dormitorio?-

-Adelanta, te guiaré el camino. Señor, conduzca más despacio.-

El coche avanzó, giró a la izquierda en un cruce y condujo por un tiempo. Al final, se paró en una comunidad algo vieja.

Los dos bajaron del auto y el hombre frunció las cejas-¿Vives aquí?-

-Sí. Está bien aquí.- Estaba satisfecha con este lugar porque podía protegerla del viento y la lluvia. El día que se libertó de la cárcel, lo que más le preocupó no era cómo pasaría en el futuro y qué pasaría en el futuro. En el momento salió de la puerta de la prisión, estaba pensando: no podía volver a la prisión. ¿A dónde iba?

En el camino, sacó la llave. La llave era nueva porque la empresa acababa de cambiar la cerradura de la puerta del dormitorio hace unos días.

Con un clic, la puerta se abrió.copy right hot novel pub

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