Parecía que a Denis no le importaban las preguntas. Pero en real se sentía triste. ¿Por qué siempre los familiares más cercanos le hicieron más daño. Qué curioso esa pareja era. Uno de ellos le preguntó por qué quería ser puta y otra le preguntó quién era.

Ella se puso cansada.

Pero la discusión todavía no terminó.

Samuel le daban vergüenza las palabras de Denis. Y sentía un poco culpable pero no dejó de pedir a Denis que cambiara el trabajo,

-¡Cambia el trabajo! ¡No hagas este trabajo tan indigno! ¡Qué vergüenza!-

Vio el dinero en la mesa y varias cheques. Ya no más sentía culpable.

-¡Este dinero sucio lo guardas y gastas! ¡No te sientas avergonzada!- Samuel estaba mirando el dinero y pensaba la manera que Denis ganó dinero. Se puso más furioso.

-¡Qué sucio! ¡Qué dinero sucio! ¡No lo guardes!- Samuel gritó con rabia, cogió unos cheques y los rompió.

Los ojos de Denis se agrandaron y se tiró a Samuel gritando,-¡Son míos! ¿Por qué me los has roto? -

-¡Déjalos! ¡Déjalos!-

Pero ya era tarde. Samuel ya rompió los cheques en su mano y echó una mirada los cheques restos y el dinero en la mesa. Denis se daba cuenta de qué quería hacer Samuel y quería correr a la mesa para proteger el dinero resto. Pero Samuel corrió más rápido y rompió los cheques. Los cheques rotos se cayeron al suelo como una lluvia fuerte. Era la lluvia más cara que había visto Denis.

Denis se quedó en la lluvia del dinero quieta. No eran cheques rotos sino su sueño roto.

El sueño de Karin y ella.

Karin y ella habían trabajado mucho para ahorrar el dinero y esperarían cumplir el sueño de vivir en Mar Freso pero ahora se lo fue roto en un momento. Y ella no podía hacer nada para evitarlo.

-¡Es mejor destruir este dinero sucio!-

Samuel dijo con una sonrisa fría.

-¿Por qué? ¿Por qué?- Denis estaba callada con la cabeza baja y luego le interrogó. ¿Por qué tenía derecho de destruir el sueño de Karin y ella. ¿Por qué tenía derecho de romper los frutos que ellas habían trabajado con mucho fuerzo?

¿el dinero sucio?

¿El dinero era sucio?

No había abierto las piernas para que los hombres la follaran. No había quitarse la ropa para ser prostituta. Solo había dejado su dignidad y su alma para ganar dinero. ¿Con qué su padre biológico creía que el dinero era sucio?

No sabía nada.

Solo consideraba que el dinero era sucio y lo rompió.

Jajajaja…

-Jajajajajaja…

-Jajajajajajajaja…

Samuel frunció el ceño por la risa rara de Denis y dijo, -¡Te da vergüenza o no! ¿No te da vergüenza gastar este dinero?-

-¿Cómo puedes reír? ¿Te avergüenzas o no? ¿Cómo puedes reír?-

-No me avergüenzo.copy right hot novel pub