Al día siguiente.

En el hospital.

-Señor Alonso, su hijo no necesita cambiar su riñón.- el médico explicó a Samuel.

-Según la situación actual de la enfermedad de Valentín Alonso, lo que necesita no es un riñón, sino que el tuétano a juego al suyo.-

Tras escucharlo, el padre agitó su mano, -Pues, encuentra a una persona tiene el tuétano adecuado.-

En los ojos del médico apareció una molestia.

-Señor Samuel, todavía no lo entiende. Entre millones de personas, para encontrar el tuétano a juego, deben cumplir unos requisitos. Las parientes tienen más posibilidades de tener el tuétano adecuado.-

Señora Yanet no dijo nada desde principio. Entre ella y Samuel Alonso apareció un muro invencible.

-Según el resultado de la prueba, ninguno de usted y de la señora es la persona adecuada.- aquel médico dijo, y miró a Valentín de forma indecisa, -¿Valentín Alonso tienes hermano o hermana?-

Valentín Alonso cambió la expresión rápidamente, pero no dijo nada. Estaba silencioso.

Señora Alonso empezó a llorar, tapó su nariz con su mano bien cuidada. Bajó su cabeza, sin decir nada.

Mirando a esta madre e hijo, Samuel Alonso se puso muy molestado.

-Esto no es una enfermedad incurable, ¡deja de mostrar una cara tan triste y fea!-

Señora Yanet levantó su cabeza rápidamente. Aunque ya era vieja, sus ojos todavía eran bellos. Pero en esos ojos con los que siempre miró amorosamente a su esposo, solo había odio ahora. Lo fulminó con su mirada torva.

Aquel médico había escuchado algunos rumores de la familia Alonso.

Era especialista del tratamiento de la leucemia. Algunos de los enfermos que conocía eran ricos, también algunos de ellos trabajaban en los medios de comunicación. Porque se enteró de la noticia de familia Alonso, así que preguntó si Valentín Alonso tenía un hermano o una hermana.

Pero en aquel entonces, la expresión facial de los miembros eran distintos... El médico no se atrevió meterse en los asuntos privados de los ricos. Por eso dijo,

-Pues, intentaremos a encontrar el tuétano adecuado para señor Valentín. Pero tienen que persuadir a sus parientes a venir al hospital a hacer esta prueba. Aunque entre las personas no tienen la consanguinidad con Valentín, la posibilidad de encontrar un tuétano a juego es baja. Pero en 2006 había un ejemplo, un profesor donó su tuétano a un niño desconocido. Esto también es posible. Pero, no tengas demasiado esperanza. Si tiene otro pariente biológico, le dicen que haga esta prueba pronto.-

Las palabras del médico hicieron que la gente no pudiera encontrar ningún defecto.copy right hot novel pub