-Geraldina, el Sr. Garcia se libera de esta hostilidad, aunque te vas de Emperador Internacional, aún podrás conseguir un trabajo para sobrevivir. De lo contrario, ni bien salgas de Emperador Internacional, alguien te llevará a un lugar indescriptible y te verás a hacer cosas indescriptibles. ¿Lo crees o no?- dijo Ivana de un tono ligero.
¡Lo Creía!... todo el cuerpo de Geraldina tembló, y se acostó en el suelo con miedo, recogiendo dinero del suelo al igual que lo hizo Denis.
Por otro lado, Erica también estaba muy nerviosa, mirando a Joaquín con miedo.
Joaquín arrojó una pla de billetes sobre la mesa de cristal, -¿Sabes cantar? Una canción por mil yuanes, cuando termines de cantar 50 canciones, toma el dinero y vete, si no puedes cantar todas las 50 canciones, tu voz se escucha ronca, o te desmayas en el medio... Vale, últimamente en el sudeste asiático les faltan muchas mercaderías.
Obviamente, estas “mercaderías” no se refierían a mercaderías en el sentido tradicional.
Erica se quedó aturdida. Hasta ahora, si las dos todavía no sabían por qué sufrían, serían realmente tontas.
Sabían la razón, pero no podían entender por qué por Denis, esa limpiadora, finalmente el gran jefe detrás de escena se presentó y las castigó y las avergonzó.
-Sr. Garcia, puedo cantar,- dijo Erica, -Pero no lo entiendo, Denis, ¡es solo una limpiadora! Sin talento ni apariencia linda, nada, solo hicimos una broma con ella. Estamos de acuerdo si Sr. Garcia nos castiga, pero el castigo está demasiado severo, ¿no?-
¿Una broma?
Joaquín miró a Erica con una sonrisa rara. Ese rostro de ella era lo suficientemente encantador, pero en este momento no tenía ningún interés en admirar. Tal persona, para él, era tan aburrida.
Sin embargo, en este momento Erica, con la apariencia de luchar por la razón, le hizo a Joaquín sentir muy familiar, al igual que la mujer de hacía tres años, que frente a él, no quería mostrar su debilidad, luchaba por la razón, y no quería admitir haber sido Fallado. .
Fue un instante en que se distrayó, Joaquín retiró la mirada que cayó sobre el rostro de Erica... No, la mujer encantadora frente a él no era comparable con la mujer de hacía tres años. Esta mujer llamada Erica no tenía la arrogancia de Denis de hacía tres años y carecía de su encanto.
Denis...
Cuando Joaquín pensó en la miseria de la mujer ahora, no se parecía en nada en la Ciudad S en ese entonces, él sintió irritabilidad irrazonable en su corazón, e incluso agotó la última pizca de paciencia con las dos mujeres al frente.
-Ivana, enséñale las reglas.- Sus fríos labios se movieron.
-Sí.copy right hot novel pub