Modo oscuro
Idioma arrow_icon

AMARTE ES UN SECRETO

Capítulo 2: Engaño

«El tipo que envió rosas negras y mensajes de acoso, ¿podría ser Eduardo?» Pensando en esto, el corazón de Celia sintió tensión. Volvió a su despacho y miró a Eduardo, que estaba al teléfono.

—Paula, ¿ya eliges tu vestido de novia? —Eduardo dijo en tono agradable con una sonrisa en el rostro, pero la mirada que se dirigió hacia Celia era helada.

Celia no dijo nada, guardándose las palabras que casi salían.

«Eduardo ya tiene una nueva novia, ¿cómo puedo sospechar en él?»

—¿Pasa algo? —Eduardo colgó el teléfono y preguntó.

—Me olvidé de coger algo —Celia negó con la cabeza.

Se dirigió a su escritorio, tomó algo al azar en la mano y huyó del despacho.

Tal vez porque había escuchado lo que Eduardo acababa de decir por teléfono, Celia se sintió un poco deprimida.

Al pensar en esa relación pasada, sintió una amargura, porque en ese momento realmente se amaban mucho, pero finalmente acabaron con odio....

Celia sacudió la cabeza intentando deshacerse de todas esas distracciones.

En la actualidad, por disposición de su madre ella se había convertido en la novia de Alejandro Jaramillo, quien conoció en una cita a ciegas, y estaban dispuestos a casarse. No había necesidad de rememorar el pasado como todos habían empezado una nueva vida.

Celia volvió a organizar los mensajes de acoso. Se dirigió a la oficina más cercana para pedir el nombre del titular del teléfono.

Sin embargo, el personal de la oficina dijo que esos números eran sólo de recarga y no requerían ningún registro de identidad, por lo que no podían ser rastreados.

Celia no sabía qué hacer y solo pudo dejarlo por el momento.

Caminaba abatida hacia la boca de metro, dispuesta a volver a casa, pero vio de repente pasar un coche plateado que le resultaba familiar.

«¿Es el coche de Alejandro? Se fue de viaje de negocios el mes pasado y había prometido volver a finales del mes, ¡pero aún está mediados del mes!»

Celia se sorprendió, y estaba a punto de llamar a Alejandro cuando recibió un mensaje en su móvil.

—Hotel Cielo, habitación 806, ya es hora de que lo sepas.

Junto al texto había una foto de Alejandro conduciendo con una mano femenina en su hombro.

Al ver esto, Celia sintió un escalofrío que le recorrió por toda la espalda, con una sensación indescriptible en su corazón.

«¿El hombre que juró que me trataría bien delante de mi madre, me engañó realmente?»

Sin darse cuenta, Celia ya estaba en la puerta del Hotel Cielo.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio