Martín y yo solo nos hemos visto unas pocas veces, e incluso si es rico, ¡no puedo tomar sus 50 millones de euros por nada!
Y no lo conozco en absoluto.
Con estos 50 millones de euros, ni siquiera sé qué pasará.
Pero Martín no tenía la intención de recuperar el dinero. Parecía saber lo que estaba pensando. -No tengo intenciones contra ti, y no te dejaré hacer nada por el dinero. No es una gran cantidad de dinero para mí. Como tu vecino, debería ayudarte.-
-...-
-No te cobraré intereses, tienes tiempo suficiente para devolverlos.-
Añadió Martín.
Por supuesto, este dinero es la mejor opción.
Después de todo, la hipoteca del banco tiene un límite de tiempo. Si Yonatán no paga el préstamo y mi casa es confiscada por eso, Candela definitivamente me culpará.
Sin embargo, creo que con este dinero, Yonatán seguramente hará que la empresa vuelva a subir.
Cuando finalmente decidí aceptar el dinero después de un largo período de vacilación ...
-Bip-
Sonó el ascensor detrás de mí.
Cuando miré hacia atrás, vi a Hector, que se había cambiado de traje, saliendo del ascensor.
En el momento en que lo vi, rápidamente retiré mi mano extendida, ¡como si fuera una persona a la que habían encontrado haciendo algo malo!
Hector miró hacia arriba, obviamente, vio mi mano retraída.
Además, vio el cheque que Martín todavía sostenía en el aire.
Hector miró a Martín, su rostro inmediatamente se volvió sombrío, se acercó a mí, me detuvo y dijo, -Martín, ¿por qué vienes a mi esposa?-
Sentí el disgusto en sus palabras.
Martín frunció los labios, -Nada. Me dicen que está enfrentando dificultades financieras, así que quiero ayudarla.-
-¿Ayudarla? Si mi esposa necesita dinero, se lo daré.- Hector miró el número en el cheque, -Y este pequeño dinero, me temo que no es una cantidad pequeña para tu empresa. Recupera el dinero o temo que tu empresa vaya a la quiebra.-
Aunque no hablé, sentí su confrontación.
Quería irme, pero los brazos de Hector me controlaban con fuerza y era difícil para mí mover el cuerpo.
Sin embargo, las palabras de Hector me parecían demasiados.
Para Martín, fue una humillación.copy right hot novel pub