*Kylie*
Miro a Alex manejar en su gran camioneta, y me es imposible no sonreír como boba.
No puedo creer que ya besé a este hombre, y que me quiera tanto como yo él.
—No me mires tanto que me desgasto —suelta una pequeña risa, echándome una mirada rápida antes de volver la vista a la carretera —me giro vergonzosa volviendo a mirar al frente.
—Lo siento —puedo sentir como mis mejillas se tornaban de un rojo incluso más intenso que mi sangre.
—Tomatito —vuelve a reír.
—¡Basta! —cubro mi rostro con mis manos. Debo admitir que en el fondo me gusta cuando él me molesta.
—Está bien, rojita —gira el volante completamente para ingresar al aeropuerto— ¿Te avisaron dónde estarían las demás? —me pregunta estacionándose.
—Sí, en la salida de las maletas —le informo.
En un rato más llegaría la mamá de Sky de su viaje, y al fin llevaríamos a cabo ese plan que tanto practicamos. Estoy muy nerviosa, y me imagino que Sky aún más. Después de todo, si algo sale mal, será ella quien se lleve la peor parte.
Nos dirigimos hasta donde Summer me avisó que estarían, y nos saludamos con ella, Sky y Caden.
—¿Y Blair? —busco a mi alrededor.
—Aun no llega —dice Sky, quien suele ser la más puntual.
—¿No se supone que ella es la mente del plan? —ahora quien habla es Alex.
—Se supone, pero no hemos sabido nada de ella —avisa Caden— La hemos llamado, enviado mensajes y nada. Se supone que ella iba a ser la primera.
—¿Y si le pasó algo? —temo por lo peor. Es muy probable que quizás Travis la haya visto y se la haya llevado a alguna parte.
—Algo me dice que no —suelta Sky sin más, observando la hora de su teléfono.
—¿A qué hora llega tu mamá? —le pregunta Summer, mirando a su alrededor.
—En 45 minutos —mira la pantalla con los vuelos— Y si Blair no llega… me van a disculpar pero yo haré lo necesario para salvar a mamá.
—Te apoyaré en lo que necesites —le avisa Caden con seguridad.
—Y yo —le sigo.
—Yo también —le informa Summer.
—Creo que yo igual, por algo estoy aquí —dice Alex nervioso. Me divierte ver como se incómoda con la presencia de mis amigas.
Me atrevo a decir que lo veo más nervioso con ellas, a que cuando conoció a mis padres. Y vaya que con papá tenía razones para sentirse así.
—Bien, entonces... ¿Esperamos un poco más?
—Tengo paciencia hasta 30 minutos como máximo —avisa Sky caminando hasta la pared a nuestro lateral, y sentarse en el suelo afirmando su espalda en ella.
Y así fue. Esperamos a Blair por exactamente 28 minutos, hasta que la castaña perdió por completo la paciencia cuando en la pantalla de los vuelos avisó que el desde Tokio aterrizaría en breves.
—Bueno, ¿Ustedes dijeron que me iban a ayudar? —dice levantándose y limpiando un poco su pantalón— Pues empecemos, porque por lo que veo, Blair no tiene intenciones en venir.
—Insisto, puede que le haya pasado algo..copy right hot novel pub