Fingir que todo está bien frente a sus padres se me hace difícil, especialmente cuando ahora estamos todos sentados alrededor de la mesa y mi supuesto enamorado esposo deja besos en la comisura de mis labios durante el desayuno.

—Hijo, ¿aún no has llevado a tu esposa al yate? —pregunta su padre con bastante entusiasmo.

—Pensaba hacerlo el día de hoy. —responde Lucas.

—Es un plan perfecto hijo, el clima esta ideal para navegar. Además, imaginamos que quieren estar solos y disfrutar de su luna de miel. No puedo esperar el día que nos digan que seremos abuelos. — comenta Laura y yo creo que me he atragantado con el trozo de croissant.

—¿Te encuentras bien? —me pregunta Lucas y sarcástico.

—Si, todo bien...—digo cortante y miro a su madre —Laura, lo siento, pero realmente no tenemos planes de tener hijos ahora. — le explico.

No puedo dejar que esta pobre mujer se ilusione con la idea de tener nietos. No sé porque, pero sus padres me miran extrañados.

—¿Nuestro hijo no te lo ha dicho? — me pregunta Carlo y miedo me da cada vez que me hace esa pregunta.

—¿Qué cosa? — cuestiono confundida.

Ellos tres se miran entre sí y luego su padre vuelve a mirarme.

—Sienna, en nuestra familia hay una tradición que se sigue a causa de la manera que nuestros testamentos están escritos. —explica su padre y yo sigo sin entender nada.

—¿Qué tradición? —pregunto confundida.

—Cuando un Sandonini se casa, tiene 9 meses para que su esposa quede embarazada dando así un tiempo total de un año y medio para tener a su primogénito. — explica su padre y no puedo creer lo que me está diciendo.

—¿Qué? ¿Y si no sucede eso? — me atrevo a preguntar con un hilo de voz.copy right hot novel pub