▪︎ LILLIE ▪︎
Y sigo encerrada entre estas cuatro paredes, tres días sin salir de aquí y aunque lo haga no sirve de nada, esta prisión cada vez me esta asfixiado más y más.
Ya no sé cómo sentirme con esta situación, frustrada, decepcionada, triste, mi estado ánimo es pésimo, no podía creer que él fuera capaz de destruirme emocional. Una vez pensé que al estar con él perdería todo, que terminaría lastimada en todos los sentidos por estar con alguien peligroso, pero hoy me doy cuenta que no hace falta estar a su lado como quería, para acabar conmigo.
Pero no dejaré que me dañe más, podrá destruirme por dentro pero físicamente nunca le permitiré que me toque ni un cabello. Porque esta vez no solo soy yo, si no también mis hijos.
No sé si ahora sea capaz de ponerme un dedo encima sin mi consentimiento, pero no me voy a quedar de brazos cruzados para comprobarlo. Debo resistir y controlar este absurdo corazón que se agita cada vez que lo tengo a poca distancia.
Maldigo el día en que lo vi por primera vez, si no hubiera salido del camerino tal vez todo esto nunca hubiese pasado.
— Siento mucho agobiarte, pero debemos hablar — dice Mika al momento que pasa por el umbral de mi habitación.
— Ahora no — respondo.
No tengo el ánimo, ni tampoco me siento bien para escuchar sermones o las mismas cosas que ya me las se de memoria.
— Quieras o no me tienes que escuchar. Y más ahora, ya que estaré algo ausente.
Frunzo los labios, ¿ausente?, ¿a dónde irá?
— ¿Paso algo malo?, ¿te irás? — intento averiguar — Por favor no te vayas, no me dejes sola con este lugar, tú eres lo única que me ayuda a que no me sienta mal.
Toma de mis manos cuando se sienta a mi lado en la orilla de la cama.
— Tranquila cariño — acaricia mi la coronilla de mi cabeza — No te volveré a dejar sola, siempre estaré para ti.
Escucharla decir eso me tranquilizaba un poco, pero se que ella tiene su vida y cosas por hacer, no puede detener todo para quedarse siempre a mi lado, no es justo que yo le haga eso.
— Necesito que seas fuerte, que saque a la Lillie que conocí al principio — su tono es demandante — Debes hacerlo, no puedes dejar que él se salga con la suya. Siempre tendrás mi apoyo, sabes que eres la única familia que tengo y que te quiero como una hermana, así te dejaré en manos de ese maldito.
Asiento con la cabeza, y ella prosigue.
— Ocupo que me des información de tu familia en Alemania, para poder llegar hasta ellas, te ayudaré a salir de aquí en cuanto me sea posible.
— No quiero que te metas en problemas.
— No discutiré eso contigo — alega.copy right hot novel pub