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(COMPLETA) Descubriendo El Placer

Capítulo 102

Los días pasan tranquilos, Dylan ha cumplido al pie de la letra lo que le he pedido y para el fin de semana su semblante es mucho mejor, puedo ver que por fin ha tenido horas de sueño y mi madre se ha encargado de dejarme saber que ha comido cada cosa que ella le ha preparado; cada vez que me visita por la tarde después de su trabajo puedo ver su renuencia a irse, pero a pesar de que se demuestra en desacuerdo sé que él es consciente de que ha sido por su bien; en verdad temía que en cualquier momento de una de sus visitas se desmayara, pues su cansancio era bastante notorio.

Luego de una semana de tenerlo según él "Castigado" le permito volver a hacerme compañía en las noches, creo que no podría decir cuál de nosotros está más emocionado, ya que su compañía estaba realmente haciéndome mucha falta; el día en que va a volver a hacerme compañía, él se encarga de organizarlo todo en su trabajo y salir temprano, por lo que puede hacerme compañía de nuevo el momento de mi terapia, esta vez se me hace un poco difícil ya que permanezco más tiempo de lo normal sin la careta.

—Bien Sophie, lo has hecho genial. —Me dice Angie mientras que yo intento acompasar mi respiración con las descargas de oxígeno que me brinda el respirador artificial. —Ya verás que poco a poco te iras sintiendo menos agitada, tu pulmón está respondiendo bastante bien a las terapias, solo debemos ir con paciencia.

—Gracias doctora, realmente apreciamos mucho toda su ayuda. —Le dice Dylan a Angie mientras que toma mi mano y le da un suave apretón, yo asiento estando de acuerdo con él y ella nos regala una hermosa sonrisa.

—Todo es con el mayor de los gustos; debo irme ahora, pero como hoy me toca turno de noche pasaré yo misma a darte la última revisión del día y te daré un regalo especial, que estoy segura te va a poner muy feliz. —Antes de que Dylan y yo podamos preguntarle de que habla, una enfermera irrumpe en la habitación y la llama, por lo que se va dejándonos con la duda.

—¿Tienes alguna idea de lo que puede ser? —Me dice él luego de unos segundos en silencio, yo le respondo negando levemente con la cabeza, él se encoge de hombros y luego se separa de mí para buscar la Tablet y dejarla en mi regazo. —Bueno, ahora quiero que me cuentes como ha ido todo en estos en que no hemos podido hablar bien. —Me dice mirándome fijamente y dándome toda su atención

El resto de la tarde se me pasa bastante rápido mientras que disfruto de la compañía de Dylan, me encanta tenerlo a mi lado y poder escucharlo cuando me cuenta de las nuevas cosas que ha estado aprendiendo en su trabajo; es un espectáculo hermoso ver como sus ojos brillan por la emoción que le produce todo lo que está logrando; aprovecha nuestro tiempo juntos para hablarme a fondo sobre algunos de sus compañeros, los cuales al parecer están ansiosos por conocerme ya que Dylan en varias ocasiones les ha hablado de mí; yo le escribo que sería genial conocerlos en cuanto salga de aquí y luego respondo a sus incontables preguntas sobre las terapias que hice sin él.

Mis padres me visitan y se quedan un buen rato antes de que se acabe el horario de visitas; antes de irse me comentan que por petición de Dylan se han estado quedando en su departamento y no en el mío y yo les dejo saber lo mucho que eso me tranquiliza, pues no quería que él estuviera solo; luego de hablar otro poco con ellos una enfermera entra para cambiar mi vendaje, por lo que ambos deben irse; después de despedirse con muchos besos salen de la habitación y yo me quedo esperando pacientemente a que la enfermera termine su metódico proceso.

Dylan aparece de nuevo en la habitación unos segundos después de que la enfermera se marcha y me regala una hermosa sonrisa. —¿Cómo te fue? —Me pregunta en cuanto me entrega la Tablet.

—"Bien, supongo... No mire la herida siendo sincera" —Le escribo como respuesta.

—Bueno, yo si estoy dispuesto a mirarla cuando pueda, también a besarla y a amarla como te amo a ti; porque creo que no es algo feo estropeando tu cuerpo, sino una marca que demuestra lo luchadora que eres. —Sus palabras hacen que mis ojos se llenen de lágrimas y en vez de escribirle una respuesta, estiro mis manos hacia él haciéndolo poner de pie y halándolo hacia mí para darle un abrazo como mejor puedo; intento aferrarme a él fuertemente para decirle sin palabras lo mucho que lo amo. Nos quedamos aferrados el uno al otro por un largo rato hasta que la puerta siendo abierta nos hace separar.

—Lo siento, no pretendía ser inoportuna.copy right hot novel pub

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