Doy un suspiro satisfecho cuando siento que una gran mano se desliza por mis brazos resbalosos por la espuma, la sensación es tan placentera que intento recostarme bien en la pared de la bañera, pero en cambio me encuentro con algo caliente, firme y suave a la vez, entonces me doy cuenta de que es el pecho de un hombre y no cualquier hombre, pues puedo reconocer con facilidad ese aroma masculino que en estos momentos impregna el aire.
—Dylan. —Digo en un susurro ronco cuando siento que toma el lóbulo de mi oreja entre sus labios y lo empieza a chupar para luego darle un pequeño mordisco que me hace estremecer.
—Shhh... Solo déjate llevar, te ayudaré a relajarte. —Me dice embriagándome con ese tono ronco y bajo que me hace papilla, besa mi cuello lentamente y sus grandes manos aprietan mis senos repentinamente haciendo que de un pequeño respingo, abro mis ojos lentamente y me encuentro con la erótica visión de sus piernas llenas de espuma a cada lado de las mías, dejándome llevar como me ha aconsejado él, dirijo lenta y suavemente mis manos hacia sus grandes y musculosas piernas, para luego empezar a pasarlas de arriba abajo ayudándome con la espuma que las hace resbalosas.
Dejo la exploración de sus fibrosas piernas cuando siento que él empieza a deslizar sus manos por mi torso, rodea mi ombligo con uno de sus dedos, cuando pienso que se ocupara por fin de mi entrepierna él me tortura pasando sus manos de mi cintura a mis rodillas y me remuevo dando un quejido de protesta.
—Shhh, calma, calma. —Me tomando mi nuca y voltea mi rostro para luego darme un beso que hace que mis sentidos se nublen, mientras un gran cosquilleo me recorre entera.
Estoy tan inmersa en su apasionado beso que no me doy cuenta de que sus manos ahora se están deslizando de ida y vuelta desde mis rodillas hasta mis muslos y cada vez se van acercando más a mi sexo, tengo que separarme abruptamente de Dylan para tomar aire cuando sus manos se encuentran con mi centro y empiezan a jugar con mi clítoris. La música suave que antes inundaba el baño se ve interrumpida por mis gemidos, mis lloriqueos y las palabras dulces que me da Dylan mientras que reparte besos por todo mi cuello, encojo los dedos de los pies cuando siento que mi orgasmo está por llegar y cuando escucho su voz ronca y sensual en un tono bajito al lado de mi oído pidiéndome que me libere para él siento que exploto en mil pedazos mientras él me sostiene, me quedo en blanco por lo que a mi parecer son horas pero en realidad son minutos y cuando me he recuperado Dylan entrelaza nuestros dedos y deja un suave beso en mi mejilla.
—¿Lista para seguir? —Me pregunta mientras me aprieta contra su espalda y siento algo duro presionándose contra ella por lo que abro los ojos bruscamente, estoy por responderle cuando un estrepitoso sonido me hace dar un salto y caer chapoteando en el agua.
Saco mi cabeza a toda prisa tosiendo agua y me doy cuenta de que me encuentro en mi baño pero completamente sola y ahora empapada mientras que mi celular suena en la mesita en donde lo había dejado antes y me doy cuenta de que solo ha sido otro cruel sueño más, busco una toalla para secarme la cara y las manos y cuando cojo mi celular noto una llamada perdida de Dylan, pienso que es un poco irónico que el protagonista de mis sueños y fantasías sea el mismo responsable de arruinarlas, cuando estoy a punto de devolver la llamada mi celular vuelve a sonar e inmediatamente lo contesto.
—Dylan.
—¿Te desperté? —Noto preocupación en su voz, de seguro porque normalmente le respondo al segundo o tercer tono, nunca ha tenido que llamarme dos veces.
—Algo así. —Le digo con una risita. —Estaba tomando un baño de espuma pero al parecer me relaje de más y me quede dormida. —Noto que la línea se queda muerta y miro la pantalla de mi celular por si se ha apagado pero la llamada sigue ahí. — ¿Sigues ahí?
—Sí, lo siento me entretuve pensando en… algo. —Me dice aclarándose la garganta y con un tono de voz más ronco que de costumbre que me hace sonrojar.
Luego de pedirle unos minutos a Dylan para acomodarme, me quito los restos de jabón en la ducha para después enfundarme en un cómodo pijama, cuando ya estoy acomodada en la cama lo llamo y nos quedamos hablando por un buen rato, acordamos la hora para almorzar mañana juntos y él me hace reír contándome como le fue en la reunión mientras exagera todo solo para sacarme una sonrisa, nos despedimos con un poco de reticencia pero con la promesa de vernos mañana y como de costumbre ahora que él está en mi vida me quedo dormida con una sonrisa tonta en mi rostro.copy right hot novel pub