Modo oscuro
Idioma arrow_icon

(COMPLETO) Este loco que te mira

Capítulo 26

Esa noche a Lien le fue difícil conciliar el sueño. No solo porque al dia siguiente volvia a su país nuevamente, sino porque las cosas con Dominic había sucedido de una manera que no había imaginado. Tenía ganas de hablar con el, de saber qué estaría pensando sobre ella, o que es lo que deseaba realmente. Pero debía ser fuerte, no tenía derecho alguno de reclamar nada ni de pedir más explicaciones. Trato de convencerse de que no debería importarle, ya que en las próximas horas estaría lejos de él, pero no logró tranquilizar sus emociones ni un poco. Debía al menos despedirse, y esa decisión calmo de a poco la incertidumbre.

A la mañana, Lien se despertó temprano aunque poco había dormido. Deseaba aprovechar al máximo el poco tiempo que le quedaba para disfrutar de su hermana y su cuñado. Dominic estuvo presente en sus pensamientos todo el dia. Quería verlo, sentirlo nuevamente, porque probablemente seria la ultima vez, pero no se animo ni siquiera a enviarle un mensaje y el, mucho menos.

Dominic había quedado muy mal desde que Lien saliera de su casa. No había dormido nada y se había quedado bebiendo frente al retrato de Johanna. La había amado con su vida, ella lo era todo, pero ya no estaba, y aunque quiso creer que la imagen de Lien le devolveria ese algo que le faltaba desde que su esposa había fallecido, en Lien solo encontró el gran parecido. Pero ciertamente, eran dos personas distintas y se enamoró de ella. Estaba enamorado como un loco de Lien y Johanna ya no tenía nada que ver en su vida. Solo quedaría en su corazón como un recuerdo, con una inmensa tristeza.

Se acercó al enorme retrato, balanceándose de un lado a otro por el grado de alcohol que había consumido. Se quedó mirándolo un buen rato y luego se animo a descolgarlo. En el momento que el cuadro tocó el suelo, Dominic no se contuvo y lloró arrodillado cubriendo su rostro con sus manos, como si quisiera de alguna manera, sostener sus lágrimas para que no cayeran.

-Porque duele tanto. Porque sigues atormentando mi mente Johanna. Quiero ser feliz, quiero estar con Lien, pero tampoco quiero traicionarte.- Grito como si su esposa lo escuchara.

Escuchó que le susurraron y se calmó, miró para todos lados sorprendido.

Escuchó nuevamente, pero esta vez un escalofrío recorrió su espina dorsal. Cerró sus ojos debatiendo si era su conciencia o la razón la que le hablaba. No podía ser Johanna, estaba totalmente ebrio, y era más seguro que aquella voz, fuese producto de su imaginación.

Volvió a escuchar y de un salto, se percató de aquel mensaje. No sabía si era su conciencia o simplemente su imaginación, pero claramente era un mensaje.

Esa tarde parecía de Noche, estaba totalmente nublado, amenazando con llover torrencialmente. Luego de tomar un café, se bañó y por no perder tiempo no pudo afeitarse. Su rostro se veía agotado, su semblante era triste y apagado, aun así, corrió hasta el ascensor y bajo repiqueteando su pie derecho, como si tal cosa acelerara el descenso de aquella cabina. Corrió en sentido a la casa de Ross, pero al llegar se encontró con el auto de Mario estacionado cargando las cosas de Lien. Dominic trato de recuperar el aliento y al verla se le detuvo el corazón un segundo.

Le brillaban los ojos y apretó los puños, luchando por controlar las traidoras lágrimas. Lien tuvo que contener el impulso de estrecharlo entre sus brazos y consolarlo como hubiese hecho con un niño, cuando lo vio quebrarse frente a ella. No intentó discutir con él, sabía que estaba agotado y era preso de sus emociones para que pudiera pensar con claridad.

-Quedate conmigo -murmuró-. No quiero volver a estar solo.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio