Los días posteriores fueron bastante movidos. La compañía donde trabajaba Lien cada dos años hacía una fiesta de reconocimiento laboral y prestaciones de nuevas asociaciones y empleados, a sí mismo, lo mas esperado por todos, era la selección de personal para trabajar en el extranjero. Las personas que estaban interesadas, eran evaluadas e investigadas tanto por la compañía, como por las empresas asociadas, sin dejar de lado, "Bennet Motors Company" la compañía inversora más importante y la que tenía la última palabra para tomar dichas decisiones.

Si bien el horario de Lien era salir a las cuatro de la tarde, últimamente estaba saliendo a las seis, y no podía evitar cruzarse con Leo, quien entraba exactamente a esa hora. Todos los días tenía que ver su cara, la sonrisa triunfante de Brenda y su vientre creciendo saludablemente. No le causaba molestia, ni tristeza, ni dolor. Cada vez que los veía sonreía. Porque de nada le servía guardarles rencor. Ella tenía su vida, la cual no estaba del todo mal. Su madre estaba con ella, y aunque no era lo mismo que tener a Dominic a su lado, al menos con sus locuras, no dejaba que se derrumbara en soledad.

Su teléfono sonó en su bolso y rebuscó en su interior atendiendo la llamada sin mirar quien era.

-Hola...-

-Hola hija, dónde estás?- Preguntó Olivia a la ligera.

-Recién salgo de la empresa, estamos arrebatados de trabajo, que sucedió?-

-Quiero saber exactamente dónde estás?- Exclamó Olivia, mientras Lien se sorprendió por aquella manera de preguntar y miró a ambos lados para ver si la encontraba. Pero en ese mismo momento todo quedó en silencio. Todo a su alrededor quedó en blanco, como si el mundo se hubiese pausado.

Dominic estaba sentado al pie de una estatua que se encontraba frente a la entrada de la empresa. Se lo veía tan bello y aún mas joven de lo que recordaba. Los rastros de melancolía y tristeza que empañaba su aspecto la ultima vez ya no estaban. Dominic sonreía mirandola fijamente a los ojos, deleitándose con su reacción.

-Te llamo luego...- Le respondió a su madre y colgó.

Con un nudo en su garganta y un dolor en su pecho por ahogar el grito de satisfacción, cubrió su boca sin poder creer lo que estaba viendo, quiso correr hacia él, pero un fuerte agarre la frenó en seco. Leo la tomó del brazo, dándose cuenta de la situación y le sostuvo la mirada a Dominic con frialdad. En ese mismo instante salió Brenda llegando hasta ellos como alma que lleva el diablo.

-Qué estás haciendo con mi novio Lien?- Preguntó Brenda con furia.

-Preguntaselo a él. Yo solo quiero ir con el mío.- Fue la respuesta de Lien, mientras se soltó de un tirón del agarre de Leo y corrió a los brazos de Dominic.

Parecía no llegar más, la distancia era mínima y aún así parecían kilómetros. Al llegar hasta él, no dudó en fundirse en un fuerte abrazo. Su aroma era tranquilizador, no olía a tabaco pero si a una deliciosa colonia masculina. No quería llorar y aun así, las lagrimas y los sollozos se hicieron incontrolables.

-Creí que te habías olvidado de mi, que estabas con otra mujer y que no te volvería a ver...- Exclamó Lien entre sollozos sobre el abrigo de Dominic y éste solo sonrió frotando su espalda.

-Me dijiste que si no venía por ti, irías a buscarme y me patearías el trasero.- Volvió a sonreír y escuchar su voz nuevamente hizo que su cuerpo se estremeciera.

-Te extrañé tanto. No puedo creer que estés acá.- Dijo Lien secándose las lagrimas torpemente. Dominic la tomó del mentón obligándola a que lo mirara y con la otra mano, acarició su mejilla húmeda.- De verdad creí que no volvería a verte.copy right hot novel pub