Los malestares matutinos eran cada vez más tormentosos, mis pies parecían de elefante, mis mejillas se la pasaban como tomates y ya no entraba en mi ropa. Volteo abajo, mirando mi abultado vientre de ocho meses y una punzada me atraviesa el corazón, me inundo de tristeza y las lagrimas vuelven a aparecer.

Hacía ocho meses, había dejado ir mi oportunidad de ser feliz y hacía siete meses me había enterado que estaba embarazada de mellizos. Obviamente me sentí feliz al enterarme, pero la tristeza me golpeó al darme cuenta que yo le arrebaté el derecho a mis propios hijos de crecer con un padre. Por fortuna contaba con mi madre y mi hermano. Había vuelto a casa y ellos estaban felices por ser parte nuevamente de mi vida.

–Lyssa, ¿vamos a Coin Mart?

Me pregunta mi hermano, Kenneth.

–Claro, solo...déjame tomar mi bolso.

Hago un esfuerzo comunal para ponerme en pie e ir por mis cosas. Ken ya me espera en la entrada así que salimos rápidamente en busca de un taxi. Cuando por fin logramos tomar uno, Ken le dice a donde vamos y el chofer nos pone en camino.

Mi hermano va por un carrito y me apoyo en su brazo para caminar. Estamos en el pasillo de los cereales cuando un dolor agudo en el vientre me corta la respiración.

–Ken.

Lo llamo.

–Duele. Mucho.

Le señalo mi vientre y él activa su modo pánico.

–¿QUE?¿QUE HAGO?¿LLAMO A MAMÁ?¿LLAMO UNA AMBULANCIA?

–Primero cálmate, ¿okay?

Él asiente.

–Bien. Llama una ambulancia, luego a mamá.

Él vuelve a asentir.

–Bien, ¡ahora pide ayuda!

Le grito y él se sobresalta, corre en busca de la persona más cercana y le pide ayuda para llevarme a la entrada. De camino ha llamado a la ambulancia y cuando llegamos a la entrada los paramédicos ya están ahí. Ambos subimos al vehículo y los paramédicos comienzan a revisar mis signos vitales cuando siento un líquido caliente salir por mis piernas.

–Señora, ha roto la fuente, dará a luz dentro de poco.

Me dice una chica con cabello oscuro.

–¿Que? Pero si faltan semanas.

Dice Ken.

–Kenneth, llama a mamá.

Él saca su móvil y hace lo que le ordeno en seguida luego comienza a explicarle a mamá todo lo qué pasó.

–Nos verá allá.

–Bien.

Él toma mi mano entre las suyas y la aprieta fuerte.copy right hot novel pub