Me miré semidesnuda al espejo. Pasé mi mano temblorosa por la cara.
El estado deplorable en el que me encontraba era deprimente. Bajé ambas de mis manos a mi vientre de seis meses.
A solo tres meses de dar a luz. Lamentaba terriblemente la condición en la que mi hija vendría al mundo. Gracias a Dios, ella seguía intacta a pesar de los constantes maltratos de su tío y padre hacia mí.
Me dolía cada hueso de mi cuerpo y un simple toqué sobre mi piel era capaz de hacerme llorar.
En el pasado, jamás me vi en esta posición. Una mujer maltratada y abusada tanto, física, como emocional y... sexual.
Sí, desde que Kaimy se marchó de cada, Teylor intentaba continuamente abusar de mí sexualmente cuando Biel no estaba en casa, más de una vez lo había logrado.
Luego de aquello, mi inseguridad creció. No dejaba que Biel me tocara, eso lo llevó a ser agresivo conmigo. Incluso me acusó de provocar a Teylor, decía que yo era una perra.
¡Mira, el burro hablando de sus grandes orejas!
Después de eso, Biel empezó a abusar de mí sexualmente también. Ahora yo solo querría despertar de ese horrible sueño.
Siempre me hallaba encerrada en casa, cuidando de Anthony, muy pocas veces salía, y eran solo aquellas ocasiones en las que sabía que ellos no regresarían temprano. De no ser por aquellos días en los que Kaimy visitaba a Anthony.
Intenté decirle a mi hermana lo que estaba pasando dentro de esa casa. Pero por algún motivo nunca alcanzaba a decirle la verdad por completo.
Ella creía que todo era un ligero problema; que mi matrimonio con Biel seguía siendo un mágico cuento de hadas y que Biel jamás sería capaz de traicionarme o levantarme la mano. Un sueño hecho realidad, el esposo perfecto; así como lo pintaban las revistas y entrevistas.
Ese era uno de los principales motivos por los que yo no salía de casa. Biel me lo tenía prohibido.copy right hot novel pub