Lo dijo a la ligera y sin esperar una respuesta, se subió a su coche pisando sus tacones altos. Después de ponerse el cinturón de seguridad, vio por el retrovisor que Elizabeth seguía sin intención de subirse, de modo que golpeó el claxon.

El pitido hizo eco en todo el garaje.

Elizabeth se asustó. Se giró para mirar su Ferrari, entonces vio que una de las ruedas delanteras estaba desinflada y de pronto comprendió lo que quiso decir Aurora.

«¿Me ha pinchado una rueda solo para quedar conmigo? Sí que se lo ha pensado».

Elizabeth se frotó las sienes, parecía que le dolía la cabeza, sus labios rojos se apretaron con fuerza. Pero al final, respiró hondo, se dio la vuelta, caminó hacia el auto negro y se subió.

—¿Ayer estabas con él? —preguntó Aurora mientras conducía.

El Audi negro iba a toda velocidad sobre la carretera.

Elizabeth estaba distraídamente sentada en el asiento de copiloto, mirando el paisaje de fuera. Asintió a la pregunta de Aurora, pero arqueó las cejas y explicó con calma,

—No hagas volar tu imaginación, solo me encontré con él por asuntos de trabajo.

—Anoche había quedado con él para cenar, pero… ¡me dejó plantada!

Aurora parecía indiferente con una mueca de desprecio en sus labios,

—¡En ese momento supuse que estaban juntos!

Se notaba que Aurora estaba intentando hacerse la indiferente, pero aun así se podía capturar esa pizca de tristeza que había en su tono.

—Si te importa tanto que nos veamos, haré todo lo posible por no encontrarme con él.

—Ja… —Aurora se rio. El viento nocturno agitaba su suave cabello y en su delicado rostro se podía ver escrito la palabra “sarcasmo” en letras mayúsculas.

—Elizabeth, no has cambiado nada, sigues hablando tan confiada como hace siete años.

Elizabeth no quería seguir con ese tema, miró hacia la ventana y preguntó,

—¿A dónde me llevas?

Aurora sonrió,

—¡Pronto lo sabrás!

Elizabeth se quedó callada.

En los siguientes minutos, hubo un silencio incómodo en el coche.copy right hot novel pub