Pudo ver que tragó gruesamente la saliva.

–Alessandro Ferrari deberías pensar mejor las cosas, no hagas algo de lo que te arrepentirás con el paso del tiempo.

–¿Sabes? Esas mismas palabras las pronunció el que se hace llamar mi padre antes de perforarle el brazo, supongo que lo conocerás ya que sois tan amigos. ¿Planeaís qué decir para cuando alguien os mate? Sois tremendamente... –Sonrió con malicia–. Repulsivos. Y si no murió aquel día significa que debía morir de la peor forma, con mis niveles. ¿Tú no los conoces, verdad? Qué pena… Donato si lo hizo. –Notó el odio en su mirada.

–¡¿De qué niveles hablas?!

–Baja la voz, hombre. ¿Acaso no quieres un funeral bonito y sin ruido? Sólo se eschuchará tu sufrimiento –Introdujo la mano en los bolsillos y camino en línea recta de lo más calmado delante de él, disfrutaba enormemente de su pánico que se hacía cada vez más visible–. Te cuento sobre ello, hay 10 niveles en total. Una escala en la cual el dolor aumenta a velocidad inaguantable, por cada número tu muerte será peor, más sangrienta, dolorosa, arrebatadora, lastimosa, arrasará con cada parte de ti. ¿Quieres saber qué número le tocó a Donato? Supongo que lo viste, bueno me refiero a la sopa putrefacta que quedó de él.

–Eres un maldito enfermo…

–Él tuvo el nivel 10, ¿Sabes por qué tuvo el nivel más alto? Porque era una sanguijuela detestable, un desgraciado infeliz que creía tener el poder de todo y no sabía ni limpiarse bien el trasero. Una cucaracha podrida y corrompida, y yo a las cucarachas como tu hermano las aplasto.

–Mi hermano tenía razón al decir que eres el diablo en persona, peor que tu padre en aquel entonces, una bestia imposible de domar.

–Puede que lo sea, no lo niego. Pero aunque parezca imposible de creer para un pelele como tú, yo jamás mataría a una familia inocente delante de una persona. Te lo dejo más claro –se acercó y estampó un puñetazo en su rostro, seguido de más, necesitaba sacar eso que le carcomía por dentro, sus nudillos empezaban a ensangrentarse con su sangre mezclándose con la suya también, dejó de golpearlo para mirarlo a los ojos –Porque la familia es sagrada, maldita basura. La familia no se toca, aunque tengas el peor problema con alguien.

–M-mataste a mi hermano. –Dijo en casi un murmullo por la dificultad del habla después de la paliza que le dió.

–Ahí ya no era tu hermano, en ese momento el dejó de pertenecer a la raza humana para convertirse en un pedazo de mugre, ¿puede ser humano alguien que mata a una pareja feliz que acababan de tener a un bebé? ¡A un hombre que se había retirado de ese oscuro y asqueroso agujero! Él era inocente, al igual que su mujer. ¿Y mi madre? ¿Crees que no me enteré de todo lo que le causó Donato años atrás?¿Alguien humano es capaz de violar y golpear a una mujer embarazada? Sin mencionar las innumerables muertes de personas que no tenían nada que ver.copy right hot novel pub