Modo oscuro
Idioma arrow_icon

Destino Inevitable

LXIX. Asesino.

Aurore negó con la cabeza seguidamente.

–No, eso no es cierto. Alessandro no sería capaz de hacer algo así...

–Lamento que te hayas enterado de esto por mí. Pero, no es más que la verdad. Sin embargo, sé perfectamente que entenderás los motivos que tuvo. Aunque jamás volverás a verlo, por causa de mi sobrino. –Sonrió discretamente–. Es difícil de creer, querida. Pero antes Alessandro, era una bestia sin escrúpulos ni compasión...

–Eso es mentira. –Su voz era débil y era porque empezaba a marearse.

–Todo es cierto, Alessandro Ferrari mató a tu padre. Y lo torturó hasta terminar con él.

–Mentira...–Aurore tomó su bolsa levantándose de la silla.

–Espera, querida. ¿A dónde vas? –Preguntó sorprendida.

La observó fijamente.

–¿Por qué nos odia tanto? Por un momento pensé que cambiaría, pero veo que sólo era una máscara. Déjenos vivir en paz, señora. Es más que evidente lo que se propone con esta comida, sólo ha sido una farsa al igual que sus palabras.

–Para nada, yo quiero el bien de los dos. Mencioné el tema de tu padre porque pensaba que lo sabías pero ya veo que Alessandro te oculta las cosas, pensaba que teníais plena confianza.

–¿Qué gana con todo esto? No pienso creer en una mentira tan grave como esta, sólo tiene el objetivo de crear problemas. ¿Por qué? Dígame, ¿qué busca con esta patraña?

–Yo conocía a tu padre, como te había dicho. Era un gran hombre pero...

–¡Deje de mentir! –Varias personas voltearon hacia su mesa ya que Aurore había alzado la voz. Apretó su bolsa por la rabia, ¿es que esa mujer no se cansaba de hacer daño? –¿Cómo puede ser capaz de inventar eso de su propio sobrino? ¿No tiene vergüenza? Son familia, y usted no hace más que inventarle falsos.

Carina le sonrió a la gente para después clavar su mirada en ella, viéndola como si estuviera compadeciéndola.

–Te veo muy afectada. Siéntate, pediré una bebida para tranquilizarte. Y hablaremos, te explicaré un poco lo que sucedió en el pasado.

–¿Para escuchar más mentiras de su parte? No, muchas gracias. Pagaré la cuenta y me iré.

–¿Pagar? Yo te invito, querida.

–Se lo agradezco, pero no quiero deverle nada. Adiós, y espero no se acerque a nosotros nunca más. –Dio varios pasos pero paró en seco sin voltearse al oír que la llamaba.

–Aurore, pregúntale a Alessandro sobre sus niveles. Si quieres saber la verdad, ve tras ella. No vivas entre mentiras, linda. –Escuchó la risa que intentaba reprimir.

Salió de aquel lugar lo antes posible, no sin antes pagar por lo que comió, no quería deberle absolutamente nada a esa mujer. Ornald no tardó en abrir la puerta al verla. Se subió al coche pensando en todo lo que había dicho esa mujer.

"Pero desgraciadamente se cruzó en el camino de Alessandro, que en esos tiempos no era el hombre que conoces ahora. Antes podía terminar con tu vida en un chasquido de dedos sólo por cruzarte en su camino y ese fue el único error de Osvaldo, haberse interpuesto en su camino, un hombre honrado e integro"

–¿Srta Aurore? –Ornald la sacó de sus pensamientos.

–¿Si?

–Le estaba preguntando a dónde deseaba ir.

–Ah, perdón, no lo escuché...

–Perdón la indiscreción. Pero, ¿se encuentra bien? –Preguntó al verla por el espejo retrovisor como en trance.

–Sí, estoy bien.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio