Pasó todo el día con Florentino, aunque parecía estar un poco distante con ella, algo que le extrañó demasiado a Aurore, Florentino no era así, siempre jugueteaba y tenía una vibra que nadie podía apagar pero se veía triste, preguntó varias veces pero no respondía nada. Era hora de cenar, bajó junto con el pequeño al comedor y se dirigió a la cocina. Olivia se encontraba limpiando. Ella alzó la vista hacia Aurore y se quedó viéndola fijamente.
–Aurore, ¿se encuentra bien?
–Sí, estoy bien...
–Venga para acá.
Hizo caso y caminó hasta ella.
–¿Y esos ojos tan tristes, muchacha?
–No es nada...Olivia estoy bien de verdad...–Intentó ser convincente aunque su voz no la ayudaba mucho.
–No hace falta que le mientas a una vieja como yo, los años me dieron suficiente experiencia. La boca puede engañar pero el alma habla sola, sin pensamientos por delante. Aurore, ¿puedo hablarle de tú?
–Sí, por supuesto, es como mi mamá. –Dijo con una media sonrisa.
–Bien, estoy aquí si necesitas desahogarte, yo te aconsejaré. –Acarició suavemente el cabello de Aurore que no podía aguantar más, y varias lágrimas recorrieron sus mejillas–. ¿Qué sucede, muchacha? Cuéntame.
–Olivia estoy cansada...ya no aguanto más. –Suspiró y siguió–. En mi interior hay como un torbellino del que nadie me puede salvar.
–No digas eso, puede que alguien te salve de ese torbellino, o simplemente desaparecerá como vino.
–Ya no sé nada...
Aurore miró por los grandes ventanales de la cocina, no había dejado de llover en todo el día.
–Mi niña hermosa mírame, todo pasará, cuando hayas salido de todo este sufrimiento mirarás hacia atrás y verás lo fuerte que lograste ser, eres una guerrera...Ven, dame un abrazo.
Aurore la abrazó con fuerza, mientras Olivia acariciaba su cabello.
–Y yo estaré aquí para ti.
–Gracias, Olivia. De verdad, muchas gracias.
–No lo agradezcas, eres una muchacha tan frágil por dentro pero fuerte por fuera. Vamos a cenar, por lo que me fije no comiste en todo el día y eso está muy mal. –Dijo tomándola por los brazos–. Aurore, ¿cómo está la herida del brazo?
Ella la miró confundida, con todo lo que había pasado se olvidó por completo de la herida que aun seguía vendada.
–Duele un poco a veces, pero la medicina hace efecto, de hecho debería cambiar el vendaje.
–Ve a cambiarlo, yo sirvo la cena. Dijo abriendo un armario para sacar los platos.
Aurore se dirigía hacia la salida cuando alguien la agarró por la mano metiéndola en la despensa.
–Aurore toma, estuve buscándolo por todos lados hasta que lo encontré.–Dijo Olivia alzando se teléfono.
–¿Lo encontraste? –Preguntó nerviosa.
–Sí, escóndelo bien, ¿de acuerdo? No permitas que lo encuentre, porque ahí sí que tendremos problemas.
–Sí...no sé cómo agradecértelo, Olivia.
–No es nada, es tuyo, así que nadie puede quitártelo. Vamos, sal de aquí.
Y así lo hizo, salió con discreción y subió las escaleras hasta llegar a su habitación, cerró con llave y se dispuso a encender el teléfono, todavía tenía un pequeño porcentaje de carga. Tras unos segundos, se escucharon múltiples notificaciones, Aurore lo cubrió rápidamente para que no se escuchase el sonido, tenía cientos de llamadas y mensajes de Ámbar, del hospital, seguramente esperando el dinero para la operación. Sin pensarlo dos veces, tecleó el número del hospital con las manos temblorosas, después de un tiempo escuchó una voz de mujer.
ߓ⠂uenas noches, hablo desde el hospital Santana, ¿en qué puedo ayudarle?
ߓႵenas noches, quisiera realizar un pago para la operación de un pariente.
ߓ⠐or supuesto, dígame el nombre del paciente.
ߓᒯse Myers, debe realizarse una operación para un trasplante.
ߓ⠐erfecto, déjeme revisarlo.
ߓᄥ acuerdo.
ߓ⠓rta, el pago de la operación fue realizado, la paciente se escuentrará en reposo durante las próximas dos semanas.
ߓႿFue...realizado?
ߓ⠓í, en efecto.
ߓႿPodría...revisar quién fue la persona que realizó el pago?
ߓ⠄eme un momento...Una mujer llamada Aurore Myers.
ߓᎯ puede ser posible, yo soy Aurore Myers y no lo hice.copy right hot novel pub