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Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 598

Capítulo 598

Violeta honestamente asiente ante in afirmación de que decir que no fue difícil es una mentira. En el rostro de Rafael se dibujo de inmediato un sentimiento de culpa, incapaz de imaginar cómo había sido para ella esos cuatro meses, como los habia sobrellevado v, con un corazón lleno de pesar, dijo. “Lo siento!”

Violeta negó con la cabeza y, sin más, alzó la suya para sellar sus labios con un beso, deteniendo cualquier intento de disculpa.

Después de tanto tiempo separados, ¿cómo podrian separarse tan fácilmente?

Rafael tomó su rostro entre sus manos, convirtiendo aquel beso en una entrega total, besándola profundamente hasta que ambos quedaron sin aliento. Solo hicieron una pausa de unos segundos antes de volver a fundirse en un beso, liberando todo el anhelo acumulado.

El beso duro casi media hora antes de que, con gran reluctancia, llegara a su fin.

Violeta acarició sus labios con los dedos, y con una voz suave y tierna dijo, “Amor, no me pidas perdón de nuevo. Ahora solo siento agradecimiento, agradecimiento por tu regreso a salvo”

Rafael asintió con una mirada profunda y llena de emoción.

Posó su mano sobre el vientre redondo de Violeta, y su expresión se suavizó con un toque de ternura paternal, “¿Ya son nueve meses, verdad?”

“Si…” respondió Violeta en voz baja, cubriendo la mano de él con la suya y murmurando, “Pensé que no llegarías a tiempo.”

Rafael, por su parte, también habia temido lo mismo. Sonrió y acarició suavemente el vientre de su amada y dijo, “Por suerte no me perdi el nacimiento de nuestra niña,”

De lo contrario, habria sido un arrepentimiento de por vida,

El nacimiento de su hijo siempre había sido un asunto pendiente en su corazón, una fuente de gran culpa. Si hubiese permitido que ella enfrentara sola el dolor del parto una vez más, no se hubiera perdonado jamás.

“Mi amor, cada vez que hablo mal de ti, nuestra niña protesta. ¿No me crees? ¡Miral” Violeta colocó la mano grande de él en el costado de su vientre y, bajando la voz a propósito, dijo, “Freya, tu papá es tan malo, hizo que mamá esperara tanto para volver, qué fastidio…

Tras esas palabras, sintió una patadita dentro de su vientre.

Rafael alzó una ceja, sus labios se curvaron en una sonrisa y saludó a la pequeña que estaba dentro, “Freya, papá ya está aquí.”

Como si respondiera, el vientre se movió de nuevo bajo su palma,

Violeta, observando su rostro concentrado y lleno de amor, sintió como si copos de nieve suaves cayeran en su corazón. Se acurrucó nuevamente en sus brazos, “Amor, no fui a tu funeral. En estos cuatro meses, tampoco he visitado el cementerio ni una sola vez. Aunque todos decian que el auto estaba destrozado y que tú habías muerto, siempre crei que volverias. ¡Ahora mi fe se ha confirmado, estás aqui conmigo de nuevo!”

La alegria de recuperar lo perdido no era solo para ella, el sentia lo mismo.

Rafael apoyo su barbilla en la coronilla de ella, y en su voz calmada se percibia un temblor casi imperceptible, “Tenía

mucho miedo en ese momento.”

Violeta apretó más fuerte su cintura con los brazos, escuchando en silencio.copy right hot novel pub

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