Capítulo 607
Al despertar en la mañana siguiente, Silvia abrió los ojos y la extrañeza del lugar la dejó atónita.
Se sentó de golpe, su cobertor se deslizó revelando una frescura inesperada, y al mirar hacia abajo, descubrió que no llevaba nada de ropa
Su cabeza zumbo y, casi de un salto se levantó Primero miró a su alrededor con calma para asegurarse de que estaba sola, y luego inspeccionó bajo las sábanas meticulosamente en busca de alguna mancha sospechosa. Al no encontrar nada, soltó un suspiro de alivio
Con las manos sobre su cabeza, Silvia hizo un esfuerzo por recordar lo sucedido la noche anterior.
Poco a poco, fue recordando lo que había sucedido la noche anterior. Había ido a un bar a ahogar las penas en alcohol, luego perdió la consciencia y, finalmente, alguien la sacó del lugar con buen corazón.
Ese alguien… ¿era Lucio?
Miró una vez más alrededor del cuarto y, al no ver a más nadie, le echó un vistazo a la puerta cerrada. Se envolvió con el cobertor y, sin encontrar sus zapatos, camino descalza hacia afuera.
Empujó la puerta suavemente y alli, en el sofá del salon, yacia Lucio con una ropa ligera.
Parecia que, por el aire acondicionado, había adoptado una postura de abrazarse a sí mismo. Su estatura hacia que sofá pareciera pequeño y su figura resultaba cómica ahi acurrucado.
el
La luz del amanecer se colaba a través de las cortinas y delineaba su rostro atractivo, haciendo que Silvia se distrajera por un momento.
Avanzó con cuidado, levantó una manta del suelo con la intención de cubrirlo, pero Lucio se despertó repentinamente. Habia un dejo de vergüenza en su mirada somnolienta al sentarse y decirle, “¡Ya despertaste!”
Silvia asintió con la cabeza, “¿Fuiste tú quien me sacó del bar?”
“Ah, si le respondió Lucio, “anoche estabas muy ebria y era peligroso. Después de sacarte, no pude conseguir tu dirección y como no tenias cartera ni nada para registrarte en un hotel, no tuve más remedio que traerte aquí.” Ella asintió de nuevo y le preguntó, “¿Por qué no tengo ropa?”
“Anoche vomitaste y te ensuciaste toda la ropa, le dijo Lucio con el ceño fruncido.
No solo se habia ensuciado ella, sino que su propia ropa también habia quedado manchada, ahora acumulada en el baño
“¿Fuiste tú quien me desvistió?” Silvia parpadeo con un tono de timidez en su voz.
“Si, admitió Lucio con un aire de vergüenza. Aunque no tuvo más remedio, seguía siendo una situación incómoda entre un hombre y una mujer. Cruzó los brazos e intentó explicarle, “Anoche…”
¿No hice nada indebido estando ebria, verdad?”
Pero antes de que pudiera terminar, Silvia ya lo había interrumpido.
Lucio negó con la cabeza, avergonzado, “No.”
Silvia lo miró fijamente, “Entonces, ¿no intenté quitarte la ropa, besarte o tocarte?”
“No… Lucio sono incómodo, recordando ese beso involuntario en el elevador.
“¿Por qué te sonrojas?” Silvia señaló hacia él.
Con la luz de la mañana a su espalda, la cara de Lucio comenzó a teñirse de rojo, y cada vez se notaba más intenso. Lucio, intentando decirle algo, se puso de pie y se alejó, diciéndole, “Eh, se te va a caer el cobertor.”
Silvia miró hacia abajo y, sorprendida, soltó un grito ahogado, “¡Ay!”
En el crepúsculo, un AB de color castaño oscuro se deslizaba por la noche hasta detenerse frente a una villa.
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Capitulo 607
El silencio dominaba el interior del coche. Lucio conducia con la mirada fija en el camino, aparentemente perdido en sus pensamientos, hasta que Silvia gritó su nombre, sobresaltándolo.copy right hot novel pub