Capítulo 634
Todos a su alrededor normalmente la llamaban por su nombre, pero escuchar su nombre de sus labios hacía que su corazón temblara incontrolablemente.
Marisol se detuvo en seco, aturdida, “¿Ah?”
*La operación…” la prominente garganta de Antonio se movía lentamente, “será un éxito, ¿verdad?”
Al escucharlo, Marisol levantó la vista hacia él, y su corazón se encogió al cruzar miradas.
Esos ojos, normalmente coquetos y encantadores, carecían de su habitual brillo juguetón. En cambio, estaban tan profundos y oscuros que parecían albergar un castillo solitario, como si hubieran estado en silencio durante siglos. Y en la expresión de su rostro, había un destello de miedo.
La voz de Antonio se volvió aún más ronca, “El Dr. Limes es un experto en tumores, ha tratado a muchos pacientes con condiciones complicadas. Para él, no debería haber ninguna dificultad con la operación, así que todo debe salir bien, ¿verdad?”
Marisol sintió que la mano que cubría el dorso de la suya estaba tensa como una roca.
Su mirada la fijaba intensamente, como si ella fuera su único apoyo espiritual, como si en la mesa de operaciones yaciera un ser querido de su propia sangre. Ella podía entender lo que él estaba sintiendo en ese momento.
Ella, tan pequeña en aquel tiempo, había sido llevada por la tía Perla en medio de una clase a un hospital, esperando también frente a la puerta de un quirófano. A pesar de su juventud y de no comprender muchas cosas, el miedo real e intangible estaba presente en su interior.
Marisol vaciló un momento, pero no se soltó de él. En cambio, le agarró la mano lentamente, con una mirada de convicción, y le dijo, “¡Seguro que sí!”
Antonio emitió un sonoro “mmm“, apretando su mano aún más fuerte.
Luego, ninguno de los dos dijo nada más. Simplemente se sentaron juntos, con las manos entrelazadas, sin separarse, hasta que la puerta del quirófano se abrió y el cirujano principal, vestido con su bata verde, salió.
Antes de que el médico pudiera quitarse la mascarilla, Antonio ya estaba acercándose rápidamente, “Dr. Limes, ¿cómo fue?
El Dr. Limes, serio y concentrado, le dijo, “El tumor estaba ubicado más alto de lo esperado, tuvimos que realizar la incisión un poco más arriba, pero logramos preservar alrededor del 40% del estómago. En general, la operación fue un éxito. Ahora depende del seguimiento con la quimioterapia, pero tengo mucha confianza en la paciente.”
Al escuchar esto, la tensión en el rostro de Antonio finalmente se disipó, “Dr. Limes, ¡gracias!”
“No hay de qué, es mi deber“, le respondió el Dr. Limes, dándole una palmada en el hombro y guardando su mascarilla en el bolsillo. “La paciente aún está bajo los efectos de la anestesia y será llevada a su habitación en breve. Las próximas 24 horas son críticas, así que debemos estar atentos.copy right hot novel pub