Capítulo 651
Antonio acababa de estabilizar la presión arterial del paciente y, tras darle algunas instrucciones adicionales a la enfermera, se quitó la ropa estéril y salió de la unidad de cuidados intensivos
Sus zapatos resonaban en el suelo mientras apresuraba el paso.
A esa hora, el hospital estaba mayormente en silencio, excepto por la zona de urgencias. La luz alargaba su sombra en el corredor. Antonio podía sentir su propia urgencia, especialmente el calor que aún no se habia disipado de su sangre. Aunque fuera del hospital podia mostrarse despreocupado, nunca bromeaba ni actuaba a la ligera cuando llevaba su bata blanca y estaba en el hospital. Sin embargo, en ese momento, no podía controlarse.
Finalmente, llegó a su oficina y empujó la puerta.
La brisa nocturna lo recibió, la luz estaba encendida, pero no había nadie.
“¿Marisol?”
Lo único que escuchó fue un silencio
Antonio frunció el ceño, retrocedió un par de pasos para mirar el pasillo, solo para ver a dos auxiliares de limpieza pasando con cubos. Cerró la puerta, dio una vuelta para buscarla y no encontró su bolso, así que supuso que no había ido al baño. Sin embargo, habia una nota en el escritorio.
“Antonio, me senti un poco mal y me fui a casa.”
Al leer el mensaje, Antonio sacó su teléfono del bolsillo de la bata
Marisol, sentada en el asiento trasero de un taxi, vacilo antes de contestarle, “¿Hola?”
“¿Qué te sucede?” le preguntó Antonio con una voz grave
Marisol se sintió muy culpable, mordiéndose el labio antes de responderle con evasivas, “Probablemente no sea nada serio, juna noche de sueño y estaré bien!”
“¿No dijiste que me esperarías en la oficina?” Antonio sonaba un poco molesto, pero también preocupado, “Si te sientes mal, este es un hospital y yo soy médico. ¿Dónde estas ahora?”
Marisol apretó los dedos sobre su rodilla.
Esa preocupación era perceptible a través de la llamada, y la imagen de Jacinta con su elegante escritura y las palabras en inglés “love you” y “Miss you” vinieron a su mente….
“¡Ya casi llego a casa!” Marisol, mirando el semáforo rojo adelante, le mintió. “Mi teléfono está a punto de quedarse sin bateria, hablamos después!”
Colgó el teléfono y, para hacerlo más creible, lo apagó.
Mirando hacia las luces de neón a través de la ventana, sonnó amargamente.
¿Qué es lo que estaba midiendo?
Guardó su teléfono de nuevo en su bolso, soltó un suspiro y estaba a punto de cerrar los ojos y recostarse en el asiento para descansar, cuando de repente, el taxi freno bruscamente y ella se inclinó hacia adelante, seguido de un fuerte sonido de frenado.
“¡Screechi
Junto con un ruido sordo, parecía que habian golpeado algo.
Marisol se apresuró a abrir los ojos y vio que el conductor estaba frenéticamente tirando del freno de mano, murmurando. “Dios, atropellé a alguien!”
Al oir eso, ella también abno la puerta del coche de inmediato. Efectivamente, había una persona tendida frente vehiculo.
Pero parecía que no era culpa del taxista.copy right hot novel pub