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Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 680

Capitulo 680

Maneci apretaba los dentes promediéndote que

tuviera tempo, se ocupena de esa insolente muchachat

Ál encontrarse con esos cos melocoton que parecían abrazar albaricoques, Marisol se tocó la frente para dejar clara sv posoda, “Solo vine a esta cita para no disgustar a tia Perla, no tengo intención de cometer bigamia, ni mucho menos de ser une adultera Puedes estar completamente tranquilo

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“De verdad? Antonio entrecemó los ojos

S” Marisol asinto erfaticamente, frunciendo los labios y continuó, “Pero no vayas a chismear por ahí, si el Sr. Ferro va y le cuenta algo a tia Pería, estaré en problemas Para estar segura, cuando regresemos a la mesa, inventa una excusa sobre un asunto en el hospital y te vas, the ciste?”

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“Mmm” Antonio respondió de manera vaga, con una expresión ambigua.

“Entonces quedamos asi vamos dio Marisol y justo cuando estaba girando el pomo de la puerta para salir, Antonio la detuvo y sacó una cajetila de cigarillos del bolsillo de su pantalón, “Espera a que me fume uno.”

Marisol luchó contra el impulso de rodar los ojos y se apoyo en la puerta con paciencia.

Antonio parecía hacerlo a propósito, sus movimientos eran exasperantemente lentos. Con un encendedor metálico, encendió una llama azul y protegiéndola con su mano, encendió el cigarrillo que tenía en la boca, exhalando lentamente un anillo de humo.

Al ver que solo le daba una calada de vez en cuando, Marisol, que miraba ansiosa por la rendija de la puerta por si alguien venía, se impacientó y preguntó, ‘Oye, ¿cuánto tardarás en terminar?”

La única respuesta fue el picante aroma del tabaco.

Marisol, sofocada por el humo, abanicó el aire con una mano mientras que la otra era sujetada firmemente por él, obligándola a esperar solo podía instarlo verbalmente a que se apresurara.

Antonio seguía con su ritmo pausado, sus ojos entomados miraban fijamente a través de la rendija de la puerta. Cuando vio que un camarero llevaba al hombre que había dejado en la mesa hacia ellos, una chispa de astucia brilló en sus ojos.

‘Señor, el baño está por aquí.

La voz se acercaba cada vez más, y de repente Antonio apagó su cigarillo, “Listo.”

Marisol, pensando que finalmente podrían irse, se gíró para abrir la puerta, pero fue sorprendida cuando Antonio la atrajo hacia él y la presionó contra la pared.

Ella exhaló sorprendida, “Oye, tú… ¡mm!”

Sus labios voraces la sellaron con un beso, el aroma del tabaco mezclado con su esencia masculina invadió sus sentidos, dejándola sin aliento y con el pecho subiendo y bajando frenéticamente.

A pocos pasos de la puerta, el hombre que esperaba pacientemente a que ambos salieran del baño, fue llamado por el camarero, mientras se preguntaba qué estaba ocurriendo, escuchó sonidos de besos desde el interior.

Al ver a la pareja enredada en un apasionado beso, su rostro se transformó en incredulidad…

Cuando Marisol fue liberada, incluso sus dientes dolían.

Miró furiosa al culpable, “Antonio, qué estás haciendo!”

Antonio retiró la mirada de la rendija de la puerta, deslizando su dedo con malicia sobre la comisura de sus labios,

“Perdí el control por un momento.”

“…” Marisol estaba mortificada.

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Se limpió los restos del beso de sus labios y, con el rostro ardiendo de vergüenza, corrió fuera del baño hacia el salón principal. Una vez allí, tomó una respiración profunda y caminó lentamente de regreso como si nada hubiera sucedido. Pero al llegar a su mesa junto a la ventana, se encontró con que estaba vacía.

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Los platos delicados seguían alli, pero el hombre que debía estar sentado había desaparecido Marisol miró a su alrededor sorprendida, sin encontrarlo por ningún lado. La planta baja era el salón principal y los pisos superiores tenian salones privados, además, acababa de salir del baño de hombres, así que era imposible que hubiera ido alli

“Eh, donde está?*

Marisol se rascó la cabeza y preguntó a un camarero, “Disculpe, ¿qué pasó con el señor que estaba sentado aquí hace un momento?”

El camarere pensó un momento y luego respondió con una sonrisa, “Oh, ese señor me pidió que le dijera que tuvo una emergencia y tuvo que irse de repente.copy right hot novel pub

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