Capítulo uno
Pov Sara
Y aquí estoy.
A miles de kilómetros de Texas, sin amigos, sin muebles, sin mis cosas, la casa en la que estoy de pie está vacía, sin nada, solo las paredes de color chocolate oscuro que le dan un toque melancólico.
A pesar de ser una casa mansión se siente que debería ser usada por una familia numerosa no por dos personas que salieron del calvario que vivían.
Mi madre debe haber pedido algún préstamo porque los ahorros de su vida no sirven para semejante caserón, o algún conocido debió haberle dado algo a cambio de sus servicios. Observo mi alrededor sin entender ¿Por qué tan grande? ¿Por qué aquí en California?
Este será el comienzo de una nueva vida.
—Sara, llegaron los camiones, puedes desempacar tus cosas—me dedica una sonrisa forzada.
—Okey madre, desempacaré, —baja la cabeza y da un largo suspiro, paso por su lado, pero antes de que llegue a la puerta me retiene agarrándome el brazo derecho con cierta sutileza, miro la puerta con cautela antes de que diga algo.
—Sé que te preguntas ¿Por qué estás aquí? ¿Cómo conseguí esto? La respuesta es simple, corazón—me da vuelta y quedamos cara a cara—He conseguido esto gracias a un viejo amigo, él la estaba ofertando y como nosotras necesitábamos salir de aquel lugar y lo sabes—mete un mechón de cabello detrás de mi oreja—No nos podíamos quedar más ahí, por él, por tu padre—baja la mirada.
—¡Hey! verás que él aquí no nos encontrará—le doy una sonrisa tranquilizante y sus brazos se enrollan en mi cintura.
Vaya, eso no lo vi venir.
Empiezo a reír y la separo un poco de mí—Venga, bajemos las cosas—nos encaminamos al camión y bajamos cajas grandes, pequeñas y le pedimos ayuda a los camioneros para bajar los muebles pesados.
—Póngalo ahí—señala mamá en una esquina de la sala—Se verá perfecto, verdad, Sara—ruedo los ojos divertida, sonrío y asiento. Me recuesto de una pared y solo me queda observar como mamá les da el pago, rápidamente estos salen y desde adentro solo se escucha como se alejan lentamente por la carretera.
Mi estómago ruge y mi madre se percata de ello, sonríe—¿Qué tengo en la cara para que te burles de mí? —hablo seria, pero hasta yo en mi interior muero de risa por mi tono de voz.
—Ya que tu tienes hambre y yo tengo hambre, estrenaremos la cocina—da pequeños saltitos.
El fuerte de mamá siempre a estado en la cocina por lo que no me impresionaría si aquí se vuelve chef—Vamos mamá, pero antes, ¿puedes decirme donde está el equipo de sonido de esta inmensa mansión?
Rasca su cabeza —Se me olvido... Llamaré a Wade, espera aquí—señala el lugar.
—¿Dónde más Elizabeth? —niego divertida.
—No me tardo—sale disparada del lugar.
—Madre ¿te ayudo? —grito lo más fuerte que puedo y es cuando la escucho bajar hablando por su móvil—Sí... Oh, es que lo había olvidado... No, no te preocupes... Está bien, nos vemos luego...copy right hot novel pub