El señor Angelo vino aquí.
Las tres chicas se sorprendieron y la ruidosa zona de la oficina de repente se quedó en silencio.
No sabía por qué, no se sentía así cuando lo vio antes.
Pero esta vez, cuando lo vio caminar hacia ella, la cara de Mauren estaba caliente y ella estaba un poco inquietante.
-¿Por qué no habláis más?- Angelo se acercó a las tres.
Liz se mordió el dedo y de repente recordó lo que acababa de decir.
En ese instante, sus ojos se iluminaron y dijo con un toque de alegría, -Entonces, Angelo, ¿has admitido que tienes algo con Mauren?-
Angelo no habló, sus miradas sonrientes estaban fijadas en el rostro de Mauren.
-Ella estaba embarazada, ¿para qué no puedo admitirlo? No quiero que me llamen un Donjuán.-
-¿De qué tonterías estás hablando? ¿Acaso todo lo que he hecho no es para ayudarte?- Mauren se sonrojó aún más.
Al mirarlo, de repente se puso un poco nerviosa, -¿Cómo te ha ido? ¿hay negocios? ¿Por qué terminó la reunión tan pronto? ¿Se negó a aceptarlos?-
-Cooperar con nuestro Grupo Atenas también es de gran beneficio para ellos, ¿por qué no va a aceptarlos?-
-Entonces tú… ...-
-El gerente Pliego de repente tiene algo urgente que hacer, así que ha regresado primero, pero Diego y su gerente general están revisando el contrato, y el proyecto está básicamente confirmado.-
Las concisas palabras de Angelo, combinadas con la gran cantidad de este proyecto, hicieron que su imagen alta de repente se volviera esplendorosa.
Si un hombre era particularmente rico, esto era un tipo de encanto en sí mismo.
Si era un hombre rico, guapo, de buena figura e incluso de buen temperamento, entonces su encanto sería realmente ilimitado.
Incluso Liz y Analola estaban embriagadas con su encanto y casi no podían ponerse lúcidas.
Mauren les tocó ligeramente las cabezas de ellas y, al ver su embelesada apariencia, casi puso los ojos en blanco.
-¿Poneos más serias por favor?-
-¿Cómo que más serias?- Liz sostuvo su cabeza con una mano y la miró fijamente, -¿Solamente unas miradas? ¡Tampoco no las permites!-
-¿A qué miras? Ya lo ha etiquetado claramente que es su hombre, ¡así que no lo mires!- dijo con fiereza Analola.
-¿Acaso no lo miras?- Justo ahora, que estabas mirándole al señor Angelo como una tonta.
Analola se sonrojó y no le refutó.
Todo el mundo tenía amor por la belleza, para un hombre guapo, un hombre encantador y tan seductor, unas miradas no estarían mal.
-Por cierto, Angelo, la cena de anoche fue para celebrar los altos índices de audiencia de nuestro programa. ¡No tiene nada que ver con vuestras relaciones amorosas!-
-Eso es, es costumbre invitar cuando uno está enamorado , y tenemos que hacerlo sí o sí.-
-¿En serio?- Angelo siempre le miraba a Mauren fijamente.
Mauren les puso los ojos en blanco, -Esas tonterías.-
-¿Realmente no quieres que tu novio gaste dinero por nosotras? Mauren, ¡no esperaba que fueras una persona así que preferían los hombres por encima de las amigas!-
-Sí, los hombres es la prioridad para ti, Mauren, ¡nuestra amistad se ha acabado!- Liz colocó sus manos en la cintura con una expresión de enojo en su rostro.
-Soy una mujer así, ¿qué queréis?- Mauren no pudo soportar que la juzguen, y las señaló diciendo, -Ayer lo engañasteis para que les invitara. Ahora, ¿todavía queréis eso?-
-¿Acaso ha ganado dinero fácilmente? ¡ El dinero no crece en los árboles!-
-¡Mauren, hablas bien de tu novio sin importar lo que sintamos, de verdad te has excedido!-
-De acuerdo, ¿seguimos siendo amigas o qué?-
Ambas chicas estaban descontentas y se volvieron duras hacia ella.
Mauren siempre estaba al lado de Angelo y se mantenía firme.
-No estoy ayudando a nadie, de todos modos, ¡no os permito que lo engañes!-
-¡Tacaña!,- Maldijo Liz.copy right hot novel pub