Mauren finalmente se desmayó.
La sangre todavía estaba fluyendo, y la conciencia estaba completamente lejos.
Cuando el edredón se tapó, el último pedacito de fuerza desapareció.
Aseguró repetidamente que Mauren ya no tenía conciencia, Luisa levantó el teléfono, llamó un número.
-Dame el auto, la habitación trasera donde vivió la abuela, directamente a la puerta del pasillo, hay algo de basura, tengo que tirarla.-
*
Las cejas de Senda inexplicablemente se latieron varias veces.
Frunció el ceño ligeramente, y el documento que tenía delante parecía un poco fuera de la vista.
El gerente de marketing todavía estaba hablando de sus planes para el próximo año.
Pero Senda, que siempre había sido conocido como un trabajólico, poco a poco había sido incapaz de escuchar una palabra.
Con un ruido, de repente puso la pluma en la mesa.
El gerente de marketing se sorprendió, y se apresuró a callarse, mirándolo.
-Pre…presidente, ¿no sé si…hay algo mal?-
Todas las miradas también cayeron en Senda.
La cara del presidente no parecía verse bien, ¿era que el contenido de la reunión de ese día lo hizo de mal rollo?
Senda tenía un acara ligeramente pesada. Todos estaban temblando de miedo, incluso se atrevieron a respirar hondos.
De repente, Senda se puso de pie, y les dijo indiferente, -La reunión de hoy ha terminado.-
Después de eso, una esbelta figura se acercó a la puerta.
La pequeña secretaria abrió apresuradamente la puerta de la sala de conferencias y se quedó de pie respetuosamente.
La figura del presidente pronto desapareció frente a todos.
Todos se miraron y no tenían ni idea de lo que había pasado.
Finalmente, todas las miradas se centraron en Hedi.
Hedi ordenó el maletín. Justo poniéndose de pie, vio a las miradas en busca de ayuda concentrando en él.
Se encogió de hombros, dijo sin elección, -No sé por qué, justo ahora, lo que ha dicho no hay problema.-
El Sr. Senda se había ido, y tuvo que alcanzarlo.
Hedi extendió las manos y recogió el maletín.
Tan pronto como salí de la puerta, recibió una llamada del mayordomo.
...Cuando Hedi entró en la habitación de Senda, parecía un poco ansioso.
-Senda, señorita Mauren.copy right hot novel pub