Emiliano siempre había tenido un buen sentimiento sobre Mauren.
Pero nunca como ahora.
En el momento en que la vio, Emiliano lo sintió profundamente que significaba parientes.
No era de extrañar que siempre se hubiera sentido afín a ella. Fue porque era su verdadera prima.
-Emiliano. ¿Cómo va todo? ¿Fuiste al hospital esta mañana?-
Mauren salió con un poco de prisa. Era bueno que Senda no estaba aquí hoy y no había nadie que restringiera sus movimientos.
Emiliano la empujó de repente con sus brazos.
-Emiliano...- Mauren estaba confundida.
Pero ser sostenida por él así, no se sintió despreciada en absoluto.
Su sentimiento era tenue. El hombre introvertido tenía ocasionalmente sentimientos fuertes, pero no eran ofensivos.
Al contrario la hizo sentir inexplicablemente a gusto.
Tenía la sensación de estar supuestamente cerca de él.
Ni siquiera Mauren lo sabía cuándo empezó exactamente este sentimiento.
-¿Emiliano? ¿Qué pasa?-
Le estaba sosteniendo por mucho tiempo. Mauren frunció el ceño y parecía confundida.
-Es algo...¿Algo infeliz?-
-¿No me odias?- Emiliano finalmente la dejó ir.
Suspiró en silencio, mirando a la mujer en sus brazos.
Su prima era entrañable en todos los aspectos.
Sin embargo, ella no sabía de su relación después de todo. Abrazarse durante mucho tiempo le daba mucho miedo de que se enfadaría.
Mauren negó con la cabeza y sólo le miró con una cara de preocupación.
-Emiliano. ¿Hay algún problema?-
Era preocupante a verlo preocupado.
-Será perfecto si eres... mi prima.-
Todavía no lo había decidido si se le dijo a Mauren lo que había pasado.
Después de todo, había dicho que ya la habían identificado con el abuelo y resultó que no era su nieta.
Lo más seguro era que hicieran una tasación. Cuando tuviera el informe de identificación, hablara con ella.
Estaba seguro que debía haber sido Mauren cuando ella y Vicente hicieron la identificación. Algo había salido mal.
Tal vez fue manipulado por la gente de Bita. Así que ni siquiera Mauren lo sabía que era la propia nieta del abuelo.
Mauren suspiró, teniendo tristeza en el fondo de sus ojos.
Quería ser su propia prima. Quería ser la nieta del abuelo.
Esta familia y estas personas realmente le dieron un sentimiento de familia.
En su vida, a excepción de su abuela que había fallecido, nadie nunca le había dado una sensación tan cálida.
Emiliano vio la tristeza en sus ojos. Sonrió ligeramente y dijo, -Si realmente eres mi prima, ¿qué harías tú?-
-¿Qué haría yo? Llamarte primo con la voz que todo el mundo me escuche, por supuesto.-
Mauren sonrió y se apartó de sus brazos. Miró fijamente su cara.
-¿Qué pasa? ¿No fuiste a la tasación de Bita y el abuelo por la mañana? ¿Cómo ha ido?-
-Todavía no tenemos los resultados.copy right hot novel pub