-Guadalupe, deberías hablar con Jairo sobre este asunto.-
Vicente no quiso explicar demasiado, algunas cosas importantes que dijera a veces no servirían de nada.
-Solo puedo decirte que le doy la misma importancia a mis dos nietos, y nunca he ignorado a ninguno de los dos.-
-¡Si haces las cosas tan justamente, deja que Jairo sea el presidente de Grupo López!-
Guadalupe lo miró con una expresión sombría.
El viento que soplaba su cara le daba una sensación escalofriante.
-Emiliano ha sido el vicepresidente durante tres años y el presidente durante dos años. Entonces también deja que Jairo haga lo mismo. ¿Vamos a ver si realmente tiene la habilidad de ayudarle a los accionistas del Grupo López ganar dinero?-
¡Esto sería justo!
Vicente se enfureció, -Guadalupe, ¿de qué tontería me estás hablando?-
-¿Crees que el Grupo López es una pequeña empresa privada y que el presidente y el vicepresidente los puedo cambiar a mis anchas?-
-Papá, aunque esta es una empresa que cotiza en bolsa, la mayor parte del capital está en tus manos.-
Guadalupe sabía que ella misma era un poco impulsiva, pero si fuese por su hijo, ¡haría todo!
-Tienes el poder absoluto de cambiar al presidente de la empresa, incluso si quieres que los accionistas tengan una reunión, siempre eres tú el que está a la cabeza, ¿qué accionista no te escuchará?-
Los llamados accionistas de la empresa eran en realidad accionistas minoritarios.
Vicente tenía el poder bajo su control y el resto del poder también está en manos de los miembros de su familia.
A diferencia de las empresas cotizadas ordinarias, el Grupo López era básicamente una empresa familiar.
¿Quién era el presidente de esta empresa ? ¿acaso no era Vicente el que tomaba la decisión?
Ella pensaba que él está tan angustiado ahora era porque no quería que Jairo estuviera en el poder, ¿pero al mismo tiempo quería defender a su Emiliano?
Vicente estaba tan enojado que no paraba de toser.
Tosió mucho, su respiración se hizo más pesada y apenas podía respirar.
En ese instante, Guadalupe originalmente pensó que estaba fingiendo para evitar discutir con ella.
Pero, mirándole con cuidado, el rostro de su padre se había inmutado y gradualmente se volvió un poco pálido.
Guadalupe entró en pánico y se acercó apresuradamente y le dio unas palmadas en su espalda suavemente para que se calmara.
-Papá, tú ...¡ no me hagas esto! Solamente te digo la verdad, tú... ¿no me intentes asustar, bueno?-
Pero Vicente respiraba con tanta dificultad que no pudo seguir hablando con ella.
Tosía, y su voz se volvió ronca.
-Papá, me callo, ¿vale? No tosas, estamos en el yate. Si pasa algo, es imposible ir al hospital porque llevará mucho tiempo.-
Ella le dio unas palmadas en la espalda con más fuerza, -Papá, no tosas, no vuelvo a decir nada, ¿de acuerdo?-
Afuera soplaba una ráfaga de viento.
-Papá, entremos.- Guadalupe ayudó a su padre a regresar rápidamente al camarote.
Efectivamente, después de que regresaron, como no soplaba la brisa del mar la tos del Vicente disminuyó un poco.
Esa cara pálida también se volvió un poco normal.copy right hot novel pub