Modo oscuro
Idioma arrow_icon

El Secreto de Ismael

Capítulo 25: Sensaciones y Envidia en Toda la Ciudad

-Yo, no sé...- La pequeña cara de Isabella también estaba llena de conmoción.

¿Cómo podría ser esto?

¡Ese cabrón Ismael se preparó en el Hotel de Palacio César!

“No, el Palacio César de hoy está claramente reservado, ¿cómo se preparó?”

De repente, una idea apareció en la mente de Isabella, que inmediatamente la hizo sentir en trance.

¿Podría ser que... Ismael, es el misterioso hombre rico que reserve todo el Palacio César?

¡Esto es imposible!

El ascensor seguía subiendo. En medio de los gritos emocionados de la multitud, solo vieron que el ascensor llegaba a la cima, la enorme rosa blanca cristalina que todos en la ciudad podían ver.

¡Qué pura y feliz!

En este momento, las mujeres de la multitud estaban llorando.

¡Eran tan hermosas y tan felices!

Helena todavía estaba un poco aturdido ahora, de pie aturdido en la puerta del ascensor.

-Isabella, ¿qué diablos está pasando? ¿Por qué me traes aquí? ¿Ismael te pidió que hicieras esto?- Helena no era estúpida, y de repente pensó en algo.

Sin embargo, aquí era el Palacio César, que había sido reservado por un misterioso hombre rico hacía muchos días.

Isabella ha vuelto a sus sentidos en este momento. Miró a Helena y dijo con culpa -Helena, lo siento, no lo sé. Ismael me pidió que te trajera aquí. Pero, no lo esperaba.-

Isabella estaba muy ansiosa, “¿qué está haciendo Ismael?”

Si accidentalmente irrumpían en una fiesta de cumpleaños preparada por otra persona y les robaba su prestigio por error, ¡ella y Helena estarían en problemas!

¡Repentinamente!

La encantadora Natalia señaló la enorme rosa blanca de cristal y gritó -Papá, es papá.-

Helena y Isabella miraron al mismo tiempo y vieron a un hombre con un traje negro de pie en el enorme palacio de cristal de rosa blanca en este momento, tocando un violín.

Sonó la melodiosa música. En ese momento, la música era etérea y eufemística, y las notas eran como espíritus palpitantes, flotando en el techo del Palacio César, flotando entre el mundo.

En un instante, decenas de miles de personas en la audiencia se quedaron en silencio, escuchando la música.

Todos miraron la rosa blanca cristalina. Aunque no vieron los rostros de los héroes y heroínas de principio a fin, ya habían sentido la felicidad.

Ismael dejó su violín, como un caballero, y caminó por el suelo pavimentado con rosas rojas paso a paso hacia Helena.

Helena sonrió feliz y las lágrimas de las comisuras de sus ojos rodaron como hilos rotos.

Isabella miró con lágrimas en los ojos. La feliz pareja le dio otra comprensión del amor.

Esa era la pareja que más se esperaba.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio