—¡Mamá! —regunguñé.
No puedo creer que le haya dicho que sí al estúpido de Kayler para que me llevara al colegio. Sinceramente no lo puedo creer. Ella sólo se encogió de hombros y fue a abrir la puerta. Yo sólo me la quedé viendo cruzada de brazos. La puerta principal se abrió dejando ver a un Kayler sonriente y, como siempre, con esos aires de grandeza.
—Kayler, querido, pasa. —miré mal a mamá cuándo le dijo "Querido". Oh, Dios.
—Buenos días, Señora. —sonrió de lado.
Vestía unos vaqueros negros, una camiseta que se pegaba muy bien a su cuerpo y una chaqueta de cuero negra. Su cabello estaba, como siempre, despeinado haciéndole ver más sexy de lo normal. Cómo podía estar tan bueno.
—No pienso ir a la escuela con él. —respondí, sin quitarle la vista a Kayler.
Él solo me quedaba viendo juguetón y me guiñó un ojo.
—Vamos, Carolina, no querrás ir a pie, ¿verdad? —cuestionó. —No sabemos que clase de animales hay en el bosque. Además, me siento más segura si vas con Kaylersito.
Casi reí por el "Kaylersito". Kayler estaba igual. Y sí, si hay animales... Y salvajes para ser exactos. Pensar que anoche estuve apunto de morir, pero gracias a ese lobo que se apiadó de mi pobre vida estoy viva. Aunque, siendo sincera, no me gustaría volver a verlo.
Lo medité un poco. Si llego con Kayler a la escuela las miradas sólo estarán puestas en nosotros y, siendo sincera, no me gusta llamar la atención. Y no me imagino cómo se pondrá Paige si nos ve llegar juntos. No quiero más problemas. Pero tampoco me quiero ir sola, quizá le diga a éste que me deje un poco antes de llegar a la escuela. Sí, creo que eso ayudará.
Las dos personas delante de mí están atentos a mi respuesta.
—Está bien.
Mamá sonrió y Kayler también.
Acomodé mi mochila a mi hombro y salí en dirección al coche, me senté en el asiento co-piloto, mientras Kayler se sentaba a la par mía, encendiendo el auto.
—Primera y última vez que voy contigo a la escuela. —espeté.
Empezó a acelerar.
—Si tú lo dices... —murmuró.
Lo miré.copy right hot novel pub