Una semana ha pasado.
Una semana desde la vez que me torcí el tobillo y Kayler me envolvió una venda en él. Una venda que, por cierto, todavía tengo. Siendo sábado estoy super aburrida en mi casa sin nada que hacer. No fui en toda la semana a clases.
Tampoco volví a ver a Kayler desde esa noche. No lo volví a ver. Tampoco recibí mensajes raros, en parte eso es bueno; se puede decir que he pasado una semana muy difícil, como también se puede decir que en más de una ocasión me ha hecho falta el idiota de Kayler; y ni siquiera sé porqué.
Anne me ha enviado por correo lo que han visto esta semana en clases, ni siquiera lo he anotado en mi cuaderno. ¿Saben lo que es más raro? Que no he escuchado un solo aullido en todos los días, raro ¿no?
Mamá estaba trabajando, hoy venía hasta en la noche. De vez en cuando miraba por mi ventana la casa de Kayler; ¿Me crees que desde la fiesta no he visto ni una sola luz encendida? ¿Habrán salido de viaje? Eso es imposible. Kayler y su grupo tienen que ir a clases.
Estaba sentado en el sofá mirando la televisión cuando dos golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos. Son más de la tarde, no hay sol. Lo que sí hace es frío. Me levanté y abrí la puerta.
—Hola —saludó sonriente esa persona que tampoco había visto desde la fiesta.
—Hola —saludé también.
- ¿Puedo pasar? —Cuestionó, dejando ver sus manos quién en ellas traía papas y unas películas.
—Claro.
Me hice un lado y estando Connor adentro cerré la puerta. Él se sentó en el sofá y dejó las cosas en la mesa.
—Carolina, de seguro te estarás preguntando el porqué no había estado. —Comentó.
Fruncí el ceño. ¿Acaso dijo "no habíamos"?
—Pues ... Sí. Admito que se me hizo raro. —Confesé, sentándome a la par suya.
Asintió con la cabeza.
—Pero, ¿a quiénes más te refieres? —Cuestioné, estando atenta a cualquier movimiento raro.
Me miró
—Vamos, sé que sabes. —Rió. Negué con la cabeza: Kayler y su grupo, como también Paige y su ... Sus amigas.
¿Paige y sus amigas? Lo de Kayler ya lo sabía pero eso no.
—En realidad después de la fiesta me torcí el pié por eso no fui a la escuela esta semana. —Admití, poniendo mis labios en una sola línea.
Abrió los ojos del asombro.copy right hot novel pub