Anoche fue difícil dormirme, mi mente siempre estaba pensativa, ayer fue un día tan pesado, tan lleno de emociones, mi cara es testigo de eso, parezco zombie. Al parecer todo volverá a ser como antes, a como cuando no era novia de Caleb pero a diferencia de esos días, él no estará detrás de mí, hoy mamá me trajo a la preparatoria, obviamente me preguntó sobre Caleb pero pues le dije la verdad, que ya no andábamos. Le dio tristeza al principio pero al final aceptó mi decisión.
—¿Porqué no me quieres contar qué pasó? —cuestiona Clarie. Estábamos en el campo de fútbol, acostadas en el césped, mirando las nubes, no había nadie a los al rededores y eso era lo mejor.
Clarie me seguía insistiendo que le contara porqué mi ruptura con ya saben quién, le pareció muy extraño que hoy no haya venido con él.
—Clarie, ya te lo dije, me enteré de algo que... No quiero recordar ahorita. Te prometo que pronto te lo contaré—respondí.
Estábamos en la tercera hora de clases pero no quería recibir así que nos venimos para acá, a pensar un poco. Además en cuanto mire a Oliver le diré sus cuantas cosas.
—Está bien, Oliver me citó hoy, dice que me tiene que decir algo muy importante. —eso hizo que la volteara a ver—. Además se le notaba muy serio, no sé, todo raro.
Creo que por fin le dirá, qué bueno, así no le tendré que ocultar nada a ella. Escuchamos unos pasos acercarse a nosotras, miré en esa dirección. Era Lanor, venía hacia nosotras. Ayer ni le dije nada.
—Hola, chicas, —saludó al llegar, sentándose a la par mía—. ¿Qué hacen aquí a esta hora?
—No queríamos estar en clase. —respondí sin mirarlo, esa nube tenía forma de conejo.
—Katalina, ¿tienes algo para decirme? —preguntó.
Lo miré.
Estaba esperando a que lo perdonara. Lanor ha sido un buen amigo, hasta lo concidero como un hermano mayor.
—Está bien, Lanor, te perdono —dije.
Rió un poco y me cargó entre sus brazos para darme vueltas.
—Sabía que me ibas a perdonar —murmuró.
—Bájame, me vas a marear. —ordené. Fue deteniéndose un poco hasta dejar de darme vueltas, pero aún me tenía en sus brazos, mis manos pasaban por su nuca para sostenerme.
—Caro, creo que nos tenemos que ir. —dijo Clarie, levantándose.
—¿Porqué? —cuestioné.
La mirada de Clarie estaba en la entrada al campo de fútbol, Lanor y yo la seguimos, sentí como mi corazón dio un vuelco al ver a todos los del aula 5A venir hacia nosotros con el profesor de educación física, rápidamente pude divisar a Caleb con su grupo. Tenía la mirada oscura, y en ese momento me doy cuenta de que sigo en los brazos de Lanor.
Me remuevo y logro que mis pies toquen el suelo. Cogí mi mochila y le di una mirada rápida a Clarie.
—Vámonos, Clarie.copy right hot novel pub