El tiempo siguió su curso Leonard y Carla se mantuvieron alejados de todos durante un tiempo hasta que el bebé de Carla nació y fue inevitable no salir de la casa para que Carla tuviese los cuidados necesarios en esos casos. Leonard se había cambiado totalmente de look con respecto a sus salidas al hospital, se hizo un sin número de tatuajes en el cuerpo que simbolizaba a Carla y a su hijo en cada uno de ellos.
Todo estaba bien entre ambos, después de haber tenido ese pequeño suceso en la nueva casa, sólo faltaba poco para que Ian diera la orden de volver a tomar las riendas del país y la verdad es que ya estaban ansiosos para que eso pasara.
Pero Ian tenía otros planes, debía de estar con Rachel durante un tiempo al igual que con sus hijos que eran unos pequeños muy intranquilos que solo servían para comer, dormir en el día y molestar en las noches de vez en cuando.
Eso siguió durante un año completo con ellos, los trillizos ahora tenían un año y apenas podían caminar sin caer contra el piso o el pasto cerca de ellos. Rachel en verdad estaba encantada con todas las cosas que sus hijos hacían y la forma en la cual protegían a su pequeña híbrida.
La primera vez que sus dos hijos, Willow y Joseph defendieron a Holly fue cuando Ian sin querer había pisado su pequeña cola y la pequeña gritó tan fuerte que casi les saca el tímpano a todos.
Joseph agarró la pierna de Ian y Willow la otra, y ambos terminaron mordiendo la piel expuesta de Ian. Esa fue la primera vez que Ian supo que debía de cuidarse de sus propios hijos si volvía hacer algo como eso en un futuro.
Ahora Rachel y Ian estaban detrás de un enorme talón esperando que Zaid terminara de dar su discurso de cómo se sentía por ser el presidente del país durante un año completo, hasta ese día.
— Te amo, mi dulce omega — Ian besó los labios de Rachel sosteniendo a su pequeña híbrida —. Eres lo mejor que me ha pasado.
— También te amo, mi querido dictador — le sonrió —. Estoy nerviosa y creo que tengo que bañarme otra vez.
— Estarás bien — suspiró pasando uno de sus brazos por los hombros de Rachel —. Ellos sólo dirán algunas cosas, pero solo tienes que ser tú.
— ¿Y cómo soy yo? — subió una ceja.
— Tu solo debes de estar allí afuera siendo linda y hermosa para mis ojos — Rachel rodó los ojos.
— Es hora, señor — dijo una mujer, con un micrófono en el oído —. Tiene que estar preparado para cuando el señor Johnson termine de dar su discurso — Ian asintió, y dirigió su vista hacia la pantalla donde estaba Zaid dando los últimos detalles de su discurso.
— El día de hoy renuncio a mi mandato como presidente del país — los murmullos no se hicieron esperar —. Volveré a mi puesto como el primer vocal del país y alguien que muchos conocen volverá hacer el mandatario — sonrió —. Con ustedes, el único e inolvidable Ian Jones.
El telón subió dejando ver a Ian y a Rachel con sus hijos en brazos. La mirada y la sonrisa de Ian no eran para nada igual que la que alguna vez le dio a Rachel en el pasado.copy right hot novel pub