Me tiré a mi amada cama, la brisa del mar movía las cortinas transparentes de mi balcón que daba con vista frente al mar, me sentí tranquila en paz, en algún momento de mi relajación escuché voces, voces conocidas, discutían entre sí, un hombre y una mujer, ella decía es mi hija, piensas que me quiero despedir de ella, a tenido que ser resucitada ya no sé cuántas veces, los daños son muy altos, si llegara a despertar, también es mi hija escuché la voz de un hombre que pareciera que su vida estaba ligada a la de su hija, quería despertar de esa pesadilla, porque eso era para mi, abrí varias veces los ojos para despertar en mi suite, en la tranquilidad de mi cama en el hotel, pero vi un rostro débil, ojeroso, sin vida, de la cual solo salían lágrimas silenciosas, su mente estaba tan lejos que estoy segura que nunca me vio, pues era mejor ya que tal vez mi espíritu estaba en el cuerpo equivocado por el momento, hasta que hablo, su voz era suave pero fría, con una tristeza y dolor en ella, lo siento, dijo, pero es mi esposa y no quiero tenerla bajo tierra, se que esta luchando donde sea que esté, aún la siento, así que se quedará aquí, por el tiempo que sea necesario, cuando deje de responder a mis palabras, escuché como su voz se apagaba y sentía su mirada en mi, que estoy segura que me sonrojaba, hablaremos de eso después, dijo y dio por terminado el tema y salió.
La mujer también salió hecha toda una Magdalena, pero el hombre viejo me tomó de la mano y la besó, despierta mi niña, despierta, aún tienes una personita que te espera dijo, sabes lo he cuidado por ti estos años, mamá no lo sabe, piensa que fue adoptado pero no es cierto, se como piensas, se lo que sientes, el te conoce, le he dicho que has estado enferma y cuando estés mejor se reunirán, lo he llamado Arturo Jones, cariño despierta tu hijo te espera dijo.
Sentí el dolor más sordo en mi cabeza, quería huir a la protección de mi cama en esa isla lejana, pero los recuerdo de un rostro de un bebé llegaron a mi mente, juro que podía sentir el dolor de un corte en mi vientre, pero también sentí como en mi corazón se instalaba algo nuevo, no podía explicarmelo será un paro cardíaco, solo un dolor pequeño o un sentimiento, al instante se oyeron las alertas de las máquinas que estaban colocadas en mi, cuando abrí los ojos de terror, miré a mi padre mirándome con cariño, lo que me calmó, de pronto todo tenía sentido, recordaba todo, desde que salí del club, estar con Daniel, el accidente, las varias veces que desperté en mi recuperación, la cesárea de emergencia, el bebé, mi bebé, de pronto volvió a oscurecerse mis ojos, pero mi oído aún funcionaba, podía oír cómo se gritaban los doctores, una voz dijo adrenalina, desfibrilador, la perdemos, la perdemos, presión a 50, y todo se detuvo, sentí la mano de alguien sosteniendome, dejen la grito, solo está asustada, mi hija está asustada repitió,
Sarah cariño, soy papá, se que me estás oyendo, y también sé que odiosa las inyecciones y sino despiertas ahora veo tres inyecciones preparadas están por inyectarte ahora, presión a 35, ritmo cardíaco a 45, la estamos perdiendo dijo una chica muy nerviosa, a un lado señor la perdemos, presión 33 y bajando repito la enfermera, ese era mi última oportunidad lo sentí, si me refugiaba en mi isla de paz no volveré jamás, pero estaría tranquila con una vida así y pero también me arrepentiría de no haber conocido a mi hijo, mi hijo y de Daniel, y se que pareciera que me ha violado pero también tenía algo de culpa, también gocé el momento, éramos demasiado jóvenes, yo inexperta y el con la pasión de un hombre joven, no contuvo su fuerza y eso fue lo que me asustó, cuando fue el accidente ya estaba calmada y quise dar la vuelta para regresar con él, y allí se fue el accidente con otro auto, pensando en eso apreté la mano de papá, y parecía que se había detenido el tiempo, son esas cosas que pasan cuando estás cerca de la muerte, vez tu vida pasar frente a tus ojos, nunca lo había creído pero es verdad, tu decides si quieres tener una segunda oportunidad en la tierra, yo la acepté.
Abri los ojos y vi enfermeras pálidas y doctores con papeles en las manos, no puede ser dijo, entre tantas caras solo quería ver una y era la de mi papá, cuando sacaron el tubo de mi garganta pregunté dónde esta mi papá, quiero a mi papá, señorita, tenemos que hacerle unas preguntas dijo un de tantos que no dejaban de verificar los monitores y papeles, sabe quien es su papá, claro respondí, porque me dejó ahora que desperté, y de nuevo esos ojos de sorpresa, señorita, su padre y su madre y su esposo no han estado aquí, llevamos 30 minutos resusitarla, de hecho señorita la acabamos de declarar muerta, donde están mis familiares pregunté de nuevo, son las 6 de la mañana, su esposo es quien se ha quedado aquí por las noches, se va a las 5 y vuelve a las 7 de la mañana.copy right hot novel pub