Me sorprendí cuando el flash que brillo frente a mi, el diablo estuvo viendo la foto guardado en su pantalla, ¿porque? pregunté impaciente.
- Andrea está sonriendo, es la primera que que lo hace, dijo sin más.
- Bajemos es hora de la cena.
- Esta noche no me quedaré aquí, necesito algunas cosas, dije mientras bajamos las escaleras con Andrea en mis brazos.
Tomamos asiento aún con Andrea en mis brazos, ya que comenzó a llorar cuando la abrazó su niñera, por la que senté en mi regazo, fue difícil comer así, pero no imposible.
En la cena se habló de la boda y los detalles, era cosa que no me importaba lo que decidieran está bien.
- Dime cómo soñaste tu boda cariño, preguntó la señora Katherine, con una sonrisa en sus labios mostrando su dentadura blanca.
- Me da igual, contesté y segundo después me arrepentí de mis palabras, disculpe, nunca pensé casarme de esta manera, usted sabe a lo que me refiero, siempre me imaginé con un vestido blanco de princesa en el altar el hombre que amo esperándome, caminar hacia el del abrazo de mi padre, un sueño de niña boba.
- Cariño no te sientas mal, y llámame Kate, como todos de la familia.
- Todas las chicas sueñas con su boda así, comentó el señor Thomas.
- Tal vez no nos amemos pero te esperé al final del altar, además te puedes comprar cualquier vestido de princesa, dijo Daniel.
- No sé preocupen solo eran sueños, la realidad ya no importa nada de eso, mis palabras sonaban amargadas, pero sonreír como si fuera lo más normal del mundo.
- Cuando regresé de mi viajé vamos por tu vestido, dijo Daniel.
- Por el vestido y los anillos, no te olvides de los anillos Daniel, dijo su padre, cuando estarás de vuelta preguntó.
- El Martes, contestó Daniel y siguió comiendo.
- El sábado será anunciado el día de su boda, con la familia y amigos, ya decidimos el día de la boda, será en un mes, comentó Thomas.
-Porque tan pronto, dije.
-Tu padre lo decidió, no podemos ir en contra de los deseos del padre de la novia, dijo en broma, y todos sonrieron.
- Mientras todos hablaban, yo miraba a la bebé dormida en mis brazos, se que mi decisión le hace bien a ella, pero y yo, yo donde quedó, alguien pensó en mis sentimientos, cuantos años pasaré así estancada en un matrimonio sin amor, no pude ponerme triste ante este pensamiento, si no hay un hombre a quien ame, en el futuro estaré sola.
No me percaté que Daniel estaba junto a mi con sus brazos acariciando la cabeza de su hija aún en mis brazos.
- Sarah, Sarah ... deja que lleven a acostar a Andrea, dijo en voz baja.
- Se la entregue a la niñera, y me levanté, al darme cuenta que solo nosotros quedábamos en el comedor, hasta mañana dije dirigiéndome a la puerta.
- Te llevo, ya es muy tarde, no es conveniente salir sola, espetó.
- Esta bien, respondí.copy right hot novel pub