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Esposa falsa de Simón

Capítulo 4: ¡Había que encontrarla!

Simón no continuó diciendo las siguientes palabras, pero Frida sabía que era una amenaza. Estaba un poco enojada porque había renunciado su trabajo por la culpa de éste, y también necesitaba seguirle todo el día.

Al principio, las dos personas dijeron que no se molestaran mutuamente, pero ahora estaban juntas todos los días, Frida tampoco estaba incómoda.

Pero ella no dijo nada porque ahora estaba en una situación muy mala.

Caminó sin decir nada hasta fuera de la puerta, Simón, que estaba sentado en una silla de ruedas, fue escoltado a un automóvil especial, y Frida inconscientemente quería agacharse y entrar. Pero Rafael extendió la mano y la detuvo.

-Señorita, este es el auto especial de nuestro señor-

-¿Qué significas? -Frida hizo una pausa

Simón la miró con expresiones burlonas en esos ojos tranquilos y profundos.

-Todavía no estás calificada para ser mi asistente-

-¿Qué quieres decir? Entonces, ¿por qué le prometiste a tu abuelo? -al escuchar eso, se cambió la expresión de Frida.

Simón dejó de prestarle atención y retiró su mirada fría. Rafael estaba a punto de cerrar la puerta del auto. Frida extendió su mano a impedir y le preguntó a Simón:

-Si te has ido, ¿qué debo hacer? Y tu abuelo... -

Hablando de Leonardo, los ojos de Simón brillaron intensamente, la miró peligrosamente.

-Rafael, dile la ruta y déjala caminar-

“¿Por qué hay una persona tan mala en el mundo?” Frida se quedó sin palabras.

Rafael le informó la ruta indiferente, y luego cerró el auto.

-Señorita, buena suerte-

Después de hablar, el coche se alejó, solo Frida se quedó fuera de la puerta.

Frida estaba fuera de la puerta bajo el viento. El guardia presenció esta escena y la estaba mirando con lástima.

Frente a esos ojos compasivos, el corazón de Frida de repente se volvió triste nuevamente.

Ella apretó los puños.

No tenía problema que cumplió la ruta por sí mismo.

En el coche.

-Señor, ¿si esto es demasiado para ella?-

-¿Entonces bajas y la acompañas -Simón frunció el ceño.

-No he dicho nada -la expresión de Rafael se cambió.

Miró por el espejo retrovisor y vio la delicada figura de pie junto a la puerta, pero movió la mirada de un vistazo, al cabo de un rato pensó en algo, y sus delgados labios se movieron levemente.

-¿Hay alguna noticia sobre la mujer que te pedí que encontraras?-

Al hablar de este incidente, Rafael tosió levemente, cubriéndose los labios con las manos.

-Señor, no hay vigilancia en esa carretera, y resulta que ese día llovía mucho, y la noche estaba demasiado oscura para ver con claridad a las personas. Sin embargo, dáme un poco más de tiempo, creo que podré averiguarlo con claridad.

Cuando se mencionó este asunto, Rafael cerró el puño para cubrirse los labios y tosió ligeramente.

Era realmente deprimente, por lo general, mientras fuera algo que Simón ordenara, Rafael podría hacerlo bien. Sólo que éste, no pudo averiguarlo.

Efectivamente, tras escuchar esta respuesta el aliento de Simón se volvió aún más frío.

-Ha pasado un mes, y si eso fuera una trampa, esa mujer ya estaría embarazada.copy right hot novel pub

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