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Esposa falsa de Simón

Capítulo 63: Tramando algo

Sofía extendió la mano con la intención de empujar la puerta.

Frida estaba atemorizada, a pasos rápidos corrió para detenerla.

Por su lado Sofía mostró tristeza y resentimiento frunciendo su boca: -Ay, déjame echar una ojeada-.

Frida no le dejó ninguna oportunidad y la arrastró hacia su dirección, -Sofía, deja de hacer tonterías o sino se enfadará-.

-Vale, tampoco quiero ponerte en una situación difícil. Entonces esperaré a que salga para verlo. Por cierto, Frida, ese señor Simón, ¿siempre se enfada contigo?-.

Frida se lo pensó, luego inclinó la cabeza ligeramente y dijo: -Tampoco es que se enfada conmigo, solo que el hecho de que sea su esposa es una pesadumbre para él. Además, tiene heridas en las piernas, puedo entender su mal genio-.

-¿Sí?-. Sofía se lo pensó, -En realidad yo creo que es una buena persona porque te ha dejado que te quedaras en la familia Freixa. Además… Por su apariencia no parece alguien inútil. Este señor Simón… parece diferente a los rumores sobre él-.

Por fin llegó la hora de salir del trabajo. Frida llevó a Sofía hasta la oficina después de que Simón se fue.

-Solo un vistazo, no puedes quedarte mucho tiempo allí, tampoco puedes tocar nada, o sino te descubrirán-.

Sofía parecía disciplinada, echó unas ojeadas a la oficina y se marchó con Frida. En el camino de llevarla a casa, de repente se le ocurrió preguntar: -Frida, ¿qué tal si voy esta noche a tu casa?-.

Al escucharlo, la mano de Frida tembló por susto, miró a Sofía con una expresión extraña: -¿Sofía?-.

Sofía rio incómodamente, -Me refiero a que quiero ir a tu casa como invitada. No te ha visitado nadie aún desde que te has casado, ¿verdad? Creo que tengo que ir a hacerte una visita, para que la familia Freixa sepan que tienes a alguien que te apoye, así no se meterán contigo-.

Argumentó con razón y evidencia, era muy persuasivo, de modo que Frida tampoco pensó mucho, solo bajó su mirada y no dijo nada.

Al verla sin decir nada como si estuviera triste, Sofía sintió nervios en su interior, y sus manos que sujetaban el volante temblequearon, luego dijo: -Si no es conveniente mi vista, ¿entonces no voy?-.

-No, no es eso. Solo estaba pensando que… En todo este tiempo que me he casado, realmente no hubo nadie que fue a verme-.

Sofía que estaba conduciendo se sorprendió por un segundo, recordó a sus padres, y quiso consolarla: -Me tienes a mí, Frida.copy right hot novel pub

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