Las palabras de Rafael eran muy directas, Frida bajó la cabeza avergonzada.
-Lo sé...-
Al ver que su estado de ánimo bajó de repente, Rafael se dio cuenta de que se pasó un poco, - Sé que suena mal, pero señorita Frida, lo entiende, ¿verdad? En resumen, no debes mencionar lo que pasó hoy, o no podré salvarte.-
Después de decir esto, Rafael se marchó.
Frida lo entendía, no iba a mencionarlo.
Después de esperar 5 minutos más, tocó la puerta.
-Pasa.- la voz de Simón parecía un poco fría y un poco enojado.
Frida dudó un rato, empujó la puerta y entró.
Simón estaba al lado de la ventana de respaldas, mirando hacia abajo. Pensando en su tono frío, caminó hacia él en silencio.
Al ver Simón no hablaba, frunció su ceño y giró su silla de ruedas.
No esperaba que fuera Frida.
Simón frunció su ceño profundamente, -¿Para qué has venido?-
Frida levantó su cabeza y miró a Simón, -Yo, yo soy tu asistente.-
¿Acaso había olvidado todo lo ocurrido?
Al escuchar esto, Simón se burló, -Una asistente que no sabe ni preparar un café, ¿crees que lo necesito?-
Frida se mordió el labio y apretó su puño.
-Voy a esforzarme, no sé qué sabor te gusta. Dime uno.-
-Si te lo digo, ¿serás capaz de preparar uno de mi gusto?-
Frida asintió.
La sonrisa de Simón se volvió más burlona, -¿Tienes esta habilidad?-
Simón le dio una oportunidad, puso el café sobre el escritorio, -Como este sabor, solo te doy un intento.-
Frida miró la taza de café, la cogió y salió.
Simón giró su silla de ruedas hacia el escritorio, y empezó a leer un documento.copy right hot novel pub