La noche anterior secuestro a alguien, no era la primera vez, pero se sentía nervioso en ese momento, temía a su reacción y a como pudiese enfrentarse con su edad a aquella particular situación. El primero en encontrar a su mate fue Gray y el que le siguió fue Xel encontrando a su alma, Jake no sentía ningún tipo de incomodidad ya que no deseaba si quiera encontrarla. Se imprimaría de Gea por decisión propia. –Algo prácticamente imposible–Sabía que había una alta posibilidad de que ella lo rechazara, pero no dejaría que llegara hasta Eros, no lo haría.
—¿No dijiste que dudabas sobre que alguien te amara? —Pregunto en un susurro Gea, viendo ambos el cuerpo de la chica. Esta reposaba sobre la cama de Xel. Hacía pocos días que se habían mudado y las diferencias entre el hombre lobo y el vampiro empezaron a surgir.
—Ella es perfecta...—La voz de el salió tan empalagosa que sorprendió a su amiga a su lado, la manera en la que el hablo fue diferente a la que usaba para dirigirse a ella. La mirada del vampiro estaba sobre el cuerpo de la chica, tan perfecto para él, ella pareció haber sido creada a su medida. —Simplemente perfecta.
—Desprendes mariposas Xel—La chica sonrió con dulzura sintiendo como su pecho se oprimía levemente, las cosas cambiarían y lo sentía, en la mirada de él se veía esa paz que el sentía cuando estaba con ella. Gray había encontrado a su mate, Xel encontró a su alma, Jake posiblemente lo haría pronto y ella se quedaría en el medio. La respiración de ella se agito y sus ojos se llenaron de lágrimas de inmediato, su amiga al percatarse de ello quiso acercarse, pero este neo saliendo de la habitación seguido del departamento.
Aquel día tenia planeado visitar la universidad de esa ciudad, pero no tenía si quiera ganas de ello, podía estudiar en la universidad que estaba a las afueras de la manada, pero no, la señorita Gea quería salir y no, no se arrepentía de hacerlo. —Jake, salgamos—Dijo entrando a su departamento, tomo un bolso con varias cosas en él. Suponía que serían necesarios en el mundo humano... Dinero. Sus padres manejaban todo en casa y ella era inexperta en todo aquello que tuviese que ver con humanidad.
—A donde quieras— Gea por su parte ignoro aquel comentario y salió por la puerta seguida por Jake.
Los cuatro tenían casi dos semanas y les estaba yendo bien, a menos a los chicos porque ella todas las noches se encogía sobre la cama llorando de pura tristeza, en agonía, en puro abandono. Sabía que podía detener aquello, pero no, no tenía motivación para ello. Cuando salió de la manada tan dispuesta a sobrevivir no sabía que sería tan duro, su amistad con la hermana del alfa parecía no tener suficiente peso, sus padres parecían no ser importantes para ella, la manada no parecía haberla atado lo suficiente, parecía haber tomado la decisión incorrecta. Ya no sabía lo que quería.
Estando frente a la entrada de la universidad se sorprendió, era extremadamente grande y parecía ser un sitio donde nunca visitarías todas sus esquinas.copy right hot novel pub