Alex la siguió, solo los separó el mostrador por un tramo, pero al final de este, tuvo que chocar con él. Éste la miró fijamente a los ojos, su rostro bellísimo estaba ruborizado, y al tener la piel tan blanca se le notaba aún peor.

-Que fue eso?- Pregunto Alex tomándola de la mano para que no huyera.

Priss estaba muerta de vergüenza, no entendía como esas palabras habían salido de sus labios y tomó fuerza para decirle.

-Te estaba regañando, como puedes salir temprano y estar tantas horas con el estomago vacío? eso te hará mal, incluso podría haberte bajado la presión arterial y caer desmayado en cualquier lugar.-

-Por que te preocupa tanto, soy un cero a la izquierda para ti. Nunca me miras, nunca me hablas. He intentado acercarme, y siempre te alejas cada vez mas. No te entiendo, y eso me enfurece.-

-No hay nada que explicar- Dijo Priss soltándose de un tirón y entrando a la oficina.

Pero antes de cerrar la puerta Alex la trabo con el pie para evitarlo, forcejeo mínimamente y entró con ella, cerrando la puerta tras de si. Priss se apoyo contra el escritorio, como teniendo miedo, lo cierto era que estaba nerviosa de estar en un mismo cuarto con un hombre, hacía tanto que no se encontraba en terrible aprieto, y mucho menos con un hombre tan hermoso, un hombre que despertaba todos sus sentidos.

-Sal de la oficina.- Dijo cortante.

-No, primero tenemos que aclarar algunos detalles.- Dijo Alex, aún más nervioso que Priss, pero ésta era su oportunidad.

Su sangre hervía, tenía calor y ver a esa mujer contra el escritorio, hizo que deseara quitarle la blusa y besar sus pechos. Acariciar el lugar más íntimo y sentir su respiración acelerada, besar sus labios, sentir su lengua. Acariciar toda su piel. La quería sentir debajo de el, retorciéndose de placer.

Se acerco en dos zancadas y sin nada que decir, la tomó por la nuca y la besó con ferocidad. Tenía tanta fuerza en la mano, que Priss no pudo sacárselo de encima por más fuerza que hiciera, Alex tenía una mano en su nuca y la otra en su espalda, Priss tenía los suyos en el pecho de Alex presionando para alejarlo, pero su cuerpo pedía mas, su instinto la estaba traicionando, se sentía débil y frágil. Y de golpe sus esfuerzos se convirtieron en caricias. Se había rendido.

Alex se apretó aún más a ella, la besó con más pasión y ella dejó que su lengua jugara dentro de su boca, estaba fuera de control. Deseaba tener a ese hombre dentro de ella. Su corazón latía y de la misma forma retumbaba un latido aún más poderoso en su parte íntima. Alex bajó su mano hasta su pierna y la acaricio con salvaje deseo. Hubiera sido muy fácil levantarle la falda y poseer a priss ahí mismo.copy right hot novel pub