Son las diez veinte de la mañana, estoy en mi habitación casi lista para meterme a bañar, es un domingo de esos que te provocaban estar todo el día en la cama en pijama sin hacer nada, con una taza de chocolate humeante en tus manos, saboreando de su exquisito sabor y aroma. Me digo que podría hacerlo, pero es tarde y no quiero estar apurada para cuando llegue Gabriel, es tan puntual que a veces me asusta. Le ha tocado esperar varias veces, pero no lo hago a menudo, por eso me tengo que meter pronto a la regadera.

Salgo de mi ensoñación cuando tocan a la puerta. Recordándome que debo ponerme en movimiento.

–Sí.

Entra mi madre a la habitación, empieza recoger la ropa que está colocada en la silla del escritorio, es costumbre que venga por ella y la lleve al cuarto de lavado, dejo que lo haga por esta vez, no me cuesta nada llevarla yo, por eso la dejo doblada en la silla, una vez saliendo del baño la puedo ir a dejar. Pero mamá me sigue tratando como a una niña.

–Jillie, nena, me habló tu hermano Owen, quiere que vayamos de shopping el día de hoy.

La oportunidad que estaba esperando mamá para consentir a Livy, pero ahora con lo de la boda ya se adelantaron las compras, quiero un vestido lila con mangas vaporosas,

–Apenas me voy a meter a bañar, mamá – le digo como advertencia, no quiero que me estén apurando.

– Está bien nena, yo me voy a cambiar, tu padre ya está listo.

–Sí mamá.

–No te vayas a demorar, hija.

–Claro que no.

Me meto lo más rápido al baño, abro la llave del agua caliente y voy atemperándola con el agua fría, cuando tengo la mezcla perfecta, entro a la ducha, el agua despeja la pisca de pereza que no quería salir de mi cuerpo, mientras me daba un leve masaje en el cuero cabelludo con el champú, veo que mi pelo ya está muy largo y tal vez deba cortarlo, solo para darle forma, me doy la vuelta y procedo a terminar el proceso de lavado, prosigo, salgo del baño y me envuelvo una mullida toalla en el pelo para eliminar el exceso de agua y otra cubre mi cuerpo, luego caminé hacia el vestidor, me pongo el atuendo seleccionado.

Salí rápidamente de la habitación, pasé por la de mis padres y claramente oí a mamá cantando, era muy rara vez escucharla cantar, llevaba años que no la veía tan contenta, un nieto en puerta era el causante de su alegría, aquí había una habitación para bebé, cada uno de nosotros tuvo su tiempo en ella, ahora tocaba a los nietos.

Tomo el teléfono para llamar al amor de mi vida, Gabriel ha sido tan paciente conmigo, llevamos medio año posponiendo el enlace, bueno, más bien soy yo la que le ha pedido esperar, pero ya estoy segura, ahora falta ponernos de acuerdo y decidir la fecha. Recuerdo cuando lo vi por primera vez, mi hermano había regresado de un partido de futbol y traía a varios de sus compañeros de la facultad y entre ellos estaba Gabe, como un hombre podía ser tan hermoso, su masculinidad me había eclipsado, tenía una voz profunda, cautivante, su seguridad y su conversación me habían parecido muy interesantes, sus ojos de un azul verdoso le daban un toque sumamente interesante a su mirada y cuando miraba sus manos, estaba segura que eran suaves al tacto, su pelo brilloso me invitaba a pasar mis dedos por sus mechones rubios, y olía a delicioso, una mezcla de aromas exquisitos que se fueron volviendo adictivo. Su apariencia era la de un chico que sobresalía entre la multitud. Es un auténtico dios griego.copy right hot novel pub