Modo oscuro
Idioma arrow_icon

¡Jefe, pronto seremos tres!

Capítulo 95 Owen Kewlyn (Viernes)

Cuando termino la llamada con un posible cliente, anoto en la agenda electrónica una cita para el lunes. Empujo la silla hacia atrás, me levanto sin hacer el menor ruido, veo la hora, no han pasado ni cinco minutos de haber acabado la primera junta y por un momento el único sonido que escucho es el del ascensor cuando abre sus puertas afuera del despacho. Dejo el saco en el respaldo de la silla, aflojo la corbata y desabrocho los botones de las muñecas de la camisa, la siguiente junta es a las once, tiempo suficiente para despejarme del estrés de la anterior.

Esbozo una sonrisa, esa sonrisa que no ha parado de estar en mis labios desde que somos novios, se podría decir desde que estuvimos juntos por primera vez. Voy de camino al escritorio de Olivia, estaba seguro de que ya había llegado. Detrás de aquella puerta estaba mi mujer. Era un presentimiento, como si al abrirla supiera que me está esperando.

Se encontraba de espalda hacia mí, claramente pude ver que se encontraba ocupada en una llamada telefónica, no podía saber con quién hablaba por lo que me dije que esperaría a que terminara y la llamaría por el intercomunicador para que viniera a la oficina. Estaba a punto de voltear para entrar de nuevo, cuando escuché las palabras que salieron de su boca.

–Ni modo que entre a la oficina como una vil loca y le diga. ¡Jefe, pronto seremos tres!

No podía salir de mi asombro. Esperaba que con esas palabras se estuviera refiriendo a mí. Esas palabras movieron mi mundo, como si alguien hubiera agarrado la alfombra de mis pies. Las piernas me temblaron, se me aflojaron las rodillas y el corazón se volvió loco en mi caja torácica. El aire empezó a faltarme, había escuchado bien, mis oídos no me podían estar jugando una mala pasada.

¡Voy a ser papá!

La impresión fue tanta que estuve al punto del desmayo, no pretendía escuchar la conversación, solo esperaba que no pensara que la estaba espiando. Me tomó por sorpresa lo que estaba escuchando. No puedo creer que esa conversación se estuviese llevando a cabo, todo estuvo a punto de desaparecer de mi visión, no pude evitar que se me saliera un jadeo. De un momento a otro, Olivia estaba a mi lado y me conducía hacia el sillón de la oficina, me sentó. Por un instante no supe de mí. No había luz, ningún sonido, solo los latidos acelerados de mi corazón.

– ¿Estas bien?

Me pregunta Olivia, espero no haberlo soñado, que todo sea producto de mi imaginación y esté despertando del desmayo.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio