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La Gran Sultana

Romanos (Parte V)

El camino al infierno estaba frente a mi y una sensacion de poder me invadio al completo mientras caminaba entre las batallas de mis soldados. abrumados y con hambre estaban luchando solamente por el honor y el codigo romano a pesar de que sabian que moririan y perderían. Avanze lentamente pero con seguridad siendo respaldada por Kotem a mi espalda y uno de los comandantes quien me despejaba la delantera

Los romanos son un pueblo orgulloso y a pesar de ya no vivir en Roma se siguen llamando a su mismos romanos con todo el orgullo del mundo. Y es ese orgullo al que apela mi victoria. El emperador no resistirá mientras masacro a sus soldados que hacen lo posible por intentar matarme

Mi armadura era una pechera reforzada y refundida varias veces, haciendola ligera y muy pegada a mi cuerpo para que no me incomodara pero que resistiera un impacto de una bala de arma romana. Arriba de dicha pechera y recubriendo mi pecho, torso y brazos habia una malla de una aleasion de plata que brillaba mas que la plata y era mas dura, asi que si me llegaba un espadazo evitaba que perdiera un brazo, arriba y ocultando la malla y la armadura tenia un sensillo chaleco con hilos de oro y en los hombros habia unos broches que sujetaban mi capa roja con bordes dorados

La malla llegaba hasta mis muñecas, pero desde el codo hasta mis dedos tenia unos guantes de plata con reforzados de hierro en la parte de los nudillos para golpes mas contundentes. En mis piernas tenia unos pantalones que en su interior tenian la misma malla de mi pecho y unas botas de cuero reforzado con punta de acero que sinceramente las adoro

A la vista de todos tenia mi corona, enorme y brillante de oro puro con rubíes. Yo pedi que fuera asi en vez de un turbane (Primero que nada no me gustan los turbantes, me hacen sudar como cerdo) una corona muy pero muy excentrica, grande y alta, casi 30 centimetros de hilos dorados entretejidos de manera que hacia parecer a unas enredaderas majestuosas con rubíes en todas partes ¿Por que rubies y no Sultanita? El rubie es rojo, y el rojo significa prosperidad en la sociedad otomana. No soy supersticiosa pero creo que el color rojo y dorado son los mejores color que puedo lucir como Sultana

Además insipira mucho a mis soldados que seguian arrazando a los debilitados romanos quienes hacian lo posible para aguantar las balas y los espadazos de mis soldados que estaban incansables hoy. Sonreí al ver el palacio del Emperador casi al frente mío y los guardias puestos en fila para evitar nuestra llegada. Frente a todos ellos estaba el último emperador del imperio romano, Constantino IX quien me observaba cansado pero la determinacion ardia en sus ojos, esa es una de las razones por la cual no quiero destruir al completo la cultura romana, habia algo en ellos que los otomanos no tenían, honor

- Es un gusto conocerlo Emperador Constantino- Dije un poco burlona mientras avanzaba con tranquilidad, él en cambio parecia como si le estuviera a punto de dar un infarto

- Jesin Oto We Demir Sultani- Dijo el hombre de cabello negro vestido en una armadura romana al completo y la espada en su mano- Al fin puedo ver a la nueva regente de Oriente. Quisiera decir que es un placer pero el ambiente no es idóneo como vera

- Tiene razón, no es idoneo pero los modales son esenciales- me detuve frente al batallon de guardias quienes estaban nerviosos e impacientes mientras tenían los escudos alzados

- Me sorprende su tranquilidad ante el paisaje que nos rodea- Veo algunos edificios incendiados, gritos de mujeres y niños huyendo y los últimos suspiros de los hombres a nuestro alrededor

- Tengo todo el tiempo del mundo- Saborie el escenario que habia planeado, los vi nerviosos, lo vi desesperados, debiles y cansados. Esto es lo que planeaba, esta es mi verdadera primera victoria y estoy segura, sera la primera de muchas- Bueno, no tanto, mí esposa me amenazó de que si no llegaba en un mes al palacio dormiria en el sofa y sinceramente por mucho que mi sofa sea cómodo, prefiero mi cama

- Si, la entiendo, hace algunas semanas perdi a mi esposa en un accidente- Se lamento Constantino. Me perecia un poco gracioso que estuviesemos hablando tan tranquilamente en medio de una batalla sangrienta, pero ambos sabemos como terminará esto, no le negaré a un muerto la oportunidad de desahogarse y despedirse de su tierra- Tal vez esto es un presagio de que debo acompañarla

- No lo sé, los dioses nunca dicen sus verdaderas intenciones hasta el final- Mis hombres avanzaron, dejando a Constantino en medio mientras ellos enfrentaban a su guardia. Se rindieron al ver que Constantino no se movía, aceptaron la derrota y pronto un ejercito de ochocientos mil hombres estaban ade rollidas recordándonos, dejandome a mi y Constanino en el medio. Habia muchos cadaveres en las calles de soldados que murieron dando la vida por su Imperio y otros quienes estaban sin rasguños y con sonrisas, habiendo traicionado el Imperio que los acogio

- Sabe, sabia que este dia llegaria- Suspiro Constantino- Lo supe desde que mi hermano murio y tome el mando- Saco lentamente su espada de la vaina en su cintura- ¿Me permite un ultimo duelo? Si eh de morir, prefiero morir luchando que en la horca

- No hay mayor honor que morir por su Imperio- Acepte sacando mi propia espada, la espada romana era larga y dura, pesada, hechas para batallas de frente que podían decapitarte de un holpe, mientras que las espadas otomanas eran curvas y livianas, con mas filo, hechas para heridas mortales y rapidas

- Me gustaria pedirle un favor- Dijo mientras se ponia en posición

- ¿Que deseas?

- Entierre a mis soldados, que sus cuerpos no caigan en deshonra

- Murieron luchando y dando su vida por su lealtad y amor a su Imperio. Como dije antes, no hay mayor honor que morir de esa forma.copy right hot novel pub

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