¿Jesin?- Pregunto Mera observando a su esposa que de la nada se habia quedado quieta observando lo que parecia ser un pedazo de papel- ¿Amor mio que pasa?- Murmuró tomandola del brazo sin importarle estar semidesnuda

- Mira- Murmuró Jesin pasandole el papel con un suspiro

Mera onservo con curiosidad el pergamino pero lo que habia escrito ahi le helo la sangre como nunca, observo a su mujer que había dejado de lado todo la exitacion que habían sentido ambas besnadose para comenzar a cambiarse de ropa en el armario

- ¿Jesin?- Pregunto al aire, intentando ver que hacia su mujer

Su esposa salio del armario usando unos pantalones apretados y botas de combate, ambas prendas de ropa de un color negro oscuro que se mezclaba con la noche. Aunque lo que mas llamo la atencion a Mera es que se estaba poniendo la parte superior de su armadura de combate

- ¿Irás?- No necesitaba una respuesta, lo ojos de Jesin llenos de determinación hablaron por si mismos

- Tengo que ir- Dijo ella colocandose una especie de camiseta apretada por arriba de la armadura y despues un extraño chaleco para que no se notase y arriba de esta una gabardina de cuero muy apretada con capucha con la cual cubrio su cabello rubio oscuro. El chaleco por alguna razon traia algo para taparse la boca que Jesin uso de inmediato

Pronto frente a ella estaba completamente escondida, y ya nadie podria si quiera sospechar que la mujer con capucha era la gran y poderosa Sultana Jesin. Mera no entendia porque Jesin tenia aquella ropa, pero la turca la habia tenido desde hace mucho aunque pocas veces la usaba, la primera vez fue cuando Mehmed estaba en su contra y quiso pasar a los visires a su lado

La habia guardado durante un tiempo, la segunda vez fue cuando hablo con Barry el inglés. Le habia pedido que investigara quien enviaba las cartas y aunque se mantenia en contacto con el, el hombre solo habia podido decirle que las cartas tenían origen en Esparta, una ciudad que por mas que le pese a Jesin esta muy bien armada asi que no podia conquistarla

Se acerco hacia el escritorio y de ahi saco un pequeño frasco con un líquido café en su interior. Un hombre en España se lo vendió, pensó que era un farsante hasta que se lo colocó aquella vez y observo como de la nada sus ojos cambiaban a su antiguo color café

Con cuidado colocó una gota en cada uno de sus ojos y Mera ahogo un grito caundo aquellos ojos bicolores que adoraba tomaron un color cafe parecido a la madera

Frente a ella, oculta en las sombras, estaba Jessica Hunter en su máximo esplendor

- Tengo que usar esto- Explico Jesin ante la mirada confundida y sorprendida de su esposa- No quiero que me reconozcan, levantaria sospechas, muchas de hecho. En esta apriencia puedo decir que soy un hombre llamado Jack Hunter y no se notara quien soy en verdad. Además, ellos me llaman por mi verdadero nombre y debo suponer que saben quien me envio aquí

- ¿Estas segura? Puede ser peligroso y te pueden dañar- Murmuró Mera preocupandose de inmediato, por alguna razon cada vez que su esposa salia terminaba o enferma o herida

- Estare bien amor mío, mi cuerpo en este momento esta cubierto de acero, asi que nada me matara- La tranquilizó bajandose la mascara y dandole un beso en la frente- Nunca te dejaré, ni a ti, ni a Daniela, ni a mi hijos

- Esta bien, ve con cuidado- Murmuró Mera no muy segura, pero sabia que cuando a su esposa se le metía algo en la cabeza no habia nadie que se lo quitará

Jessica se acerco a la ventana lanzandole un beso jugeton a su esposa y salto. La habitacion prinipal estaba en el 3r piso, a unos 20 o 25 metros del suelo, pero habia muchos salientes debido a la decoracion exterior, asi que Jessica pudo salir fácilmente hasta el patio, aunque eso era lo sencillo

Todo el lugar estaba cubierto de guadias

Con la aparicion de la sombra (Que debia ser un mensajero de la orden, ahora que lo pensaba bien) los guardias estaban muy alertas, más aún con la realeza extranjera cercana al palacio asi que todo estaba plagado tanto de soldados del ejercito como guardias y fuerzas policiacas civiles (En otras palabras, la policía)

Jesin se sintio orgullosa de que hubiese tantos guadias en el lugar y siguió adelante, ocultandose entre los árboles y usando la falta de luz de luna a su beneficio. Los guardias alumbraban con antorchas y sus manos estaban en sus armas listos para llegar y matar pero Jesin aunque no lo pareciese era bastante sigilosa, algo que le sorprendio hasta a ella misma cuando llego al establo y nadie la atrapara

- O soy muy buena o mis guardias muy malos- Suspiro al llegar al establo mas Blaclte estaba comodamente durmiendo junto con TiHen de manera tan tierna que Jesin no tuvo el corazon de despertarlo de la nada- Bueno, que mas da, tendre que caminar

Jessica avanzo entre las casas de sus ciudadanos en silencio, sin hacerse notar como un ninja de la antigua china o de donde provengan los ninjas en una misión ultrasecreta y muy importante, aunque así era como se sentía en aquel momento. Claro que los momentos de estupidez que le daban de vez en cuando no podían faltar, menos aun cuando en su mente la música de Batman sonaba de fondo al avanzar casi en las sombras esquivando a los soldados de las fuerzas civiles que patrullaban las calles cercanas al puerto. Era algo estúpida, pero ¡tiene 24 años! Creo que tiene toda la escusa del mundo para ser estúpida, algo irresponsable e infantil

O posiblemente así hubiese sido, pero el destino tenia otras tareas para Jessica, colocando sobre sus hombros la pesada carga de ser la líder suprema sobre un pueblo que casi desconocía al completo si no fuese por el útil libro de su padre biológico (Que sigue escondido bajo llave, esa cosa estaba mas segura que los secretos del FBI), un pueblo que aunque sabia que eran sus ancestros jamás se preocupo en saber de ellos desde el día en que se marcho de las tierras turcas y llego a las estadounidense, tomando desde el idioma hasta las costumbres como propias

Tomo a Estados Unidos como su única patria y olvido sus raíces turcas tan pronto como fue aceptada entre sus pares niños y fue reconocida como estadounidense al poco tiempo después. Su vida giro en aquel país donde tenia miles de opciones para triunfar con el sueño infantil pero real de algún día tocar las estrellas y que aquel hogar le daba la aquella rara oportunidad hizo que su amor por el fuese tan intenso que uso su bandera con orgullo representándola y ganando la medalla de oro para ellos

Estar en Estambul otra vez fue como un sueño, el volver donde de niña tenía buenos recuerdos, la ciudad donde comenzó a soñar sobre ir a las estrellas, donde camino por las calles viendo la cultura tan extravagante, pues Estambul era la puerta del mundo y sus calles estaban repletas de gente distinta, lenguas extrañas y coloridas, bailes hermosos y delicados o bruscos, pero con gran historia se tomaban las plazas. Aunque Jessica no deseaba volver a vivir en Turquía, ya que su vida estaba en Estados Unidos, no podía evitar sentir nostalgia y cariño por la ciudad que la vio nacer

Pero estar ahí, en la piel de una Sultana era algo que Jessica no esperaba para nada el día que viajo del avión que la llevo a la capital turca, que nadie podría esperar en su vida sinceramente, pero era así y toda una carga de un pueblo con siglos de historia, con una lengua y con tantas costumbres cayeron sobre sus débiles hombros (metafóricamente hablando) de la nada, un lugar donde la lengua se parecía al turco, es cierto, pero había palabras tan extrañas que aun ahora después de casi pasar dos años en el Imperio no entendía

Tuvo que aprender a gobernar, ella era inteligente, algo que se jactaba desde pequeña, por algo iba a ir al espacio, pues era de las mejores en lo que hacía, pero no estaba preparada para gobernar un Imperio, no estaba preparada para tener que lidiar con las hambrunas y las plagas, de los conflictos bélicos que hacía que se llenase de sangre las manos y los conflictos políticos que envenenaban su alma

Tuvo que aprender viendo a Murad trabajar, pensando en las cosas de su futuro e intentando hacer cosas que tal vez haya visto en la televisión que siempre sonaba de fondo cuando hacia algún ejercicio. Tuvo que aprender de la nada a ser una líder cuando toda su vida la paso sola, con amigos cercanos, es verdad, pero sola al fin y al cabo después de la muerte de Carolina y de Angela pues se alejo de todos sin importarle nada

Tuvo que aprender a lidiar con situaciones criticas que requerían toda su inteligencia y a manejar las miradas llenas de esperanza y admiración que sus ciudadanos le daban, pensando que era sabia y justa cuando Jessica toda su vida había sido señalada como estúpida por tener THDA y ser lesbiana

Todo ese peso cayo de golpe una mañana en que despertó en la cama de la primogénita del sultán, usando el cuerpo de la princesa imperial primogénita Jesin bin Murad II, dejando de lado de una forma cruel cada sueño y aspiración que Jessica pudiese haber tenido hasta ese momento

Jessica salió de sus pensamientos al observar que los guardias que antes había tenido cuidado de esquivar se retiraban a vigilar otras zonas o tal vez cambiar de turno, ella no lo sabía, pero aquello le beneficiaba, así que salto del techo donde se escondía a otro con la máxima delicadeza que pudo sin detenerse ni un segundo. La música de Batman en su cabeza paro y fue cambiada por la música de Naruto al correr entre los techos con una agilidad que no se reconocía ella misma, saltando con una fuerza que sabía que tenía (no hacía ejercicio por nada) pero que jamás dio rinda suelta al tener a su caballo o carruajes

Había algo en su interior que pedia eso, esa libertad que solo se conseguía corriendo a toda velocidad, con el viento que se criaba porque tu cuerpo era más rápido que el aire, sentía sus pulmones buscar oxigeno con fuerza a mismo tiempo que su sangre corría más rápido, dándole una sensación de euforia que no sabía que extrañaba. Recordándole los buenos días corriendo atrás de un balón o tacleando a un jugador, esos días que terminan en risas y pizas de la victoria pero que ahora parecían tan lejanos

La noche cubierta de nubes evitaba que la luz de la luna iluminara el agua y las calles, el viento era casi nulo y los barcos estaban como muertos sobre el agua sin hacer el menor ruido, pues todos a esas horas estaban durmiendo aprovechando cada segundo antes de salir con el sol

La oscuridad dominaba cada centímetro del lugar, pero aun así logro ver a la lejanía, donde el muelle desaparecía para entrar en el bosque cercano a la ciudad, una extraña figura enmascarada que le hacía señas para acercársele, a pesar de que no debería ni verle los ojos al estar prácticamente vestida de negro en medio de la noche. Jessica apenas y veía a la figura negra y solo sabia que la estaba haciendo señas porque saco el posible guante que debía estar usando y su mano de un tono caramelo le señalaba el bosque de manera impaciente

Corrió hacia la figura que parecía una sombra o un fantasma aparecido en la orilla del bosque, curiosamente a cualquier otra persona la escena le hubiese dado miedo, mas a ella que estaba acostumbrada a las desgracias en su vida, había descubierto que la oscuridad era una incomprendida compañera que no solo podía ocultar a sus enemigos, si no que también consolaba como un tierno abrazo invisible, donde los dolores también eran escondidos en la negrura

Para una científica y futura astronauta como ella, la oscuridad era solo una fiel amiga a la cual le perdió el miedo hace tiempo así que avanzo sin miedo hacia la figura, porque la oscuridad la acompañaba y si llegaba el momento donde tendría que usar la espada perfectamente oculta en su espalda, ella le ayudaría

- Jessica Hunter- Dijo la sombra, pues eso parecía, su cuerpo casi parecía volutas de humo si no fuese por sus ojos, unos ojos castaños llenos de fuerza y vitalidad que Jessica juro que ya había visto pero de otra forma- Es un placer conocer a una descendiente de Zeus

- Quisiera decir lo mismo, mas no conozco su nombre- La sombra volvió ponerse el guante y la miro brevemente antes de girarse y salir corriendo- Genial, al menos respóndame la formalidad- Se quejo la turca y comenzando a correr detrás de la extraña figura que al parecer sabia quien era y de paso que era descendiente de Zeus

El bosque de noche era algo hermoso a los ojos de Jessica, pues las nubes que venían del mar mediterráneo y cubrían a Estambul bloqueando la luz no habían logrado expandirse lo suficiente como para llegar al enorme bosque, por lo que el lugar estaba invadido por una hermosa luz plateada del astro, dando a todo un nuevo color desconocido para los ojos de quienes no se acostumbraban a la oscuridad, mas los ojos de Jessica sí que podían observar semejantes paisajes que solo se daban cuando el hombre dormía

Avanzaron en silencio a toda velocidad saltando entre árboles y ramas, pasando arriba de piedras y alejándose cada vez mas de la enorme metrópolis que era el hogar de Jessica hasta que el enorme castillo donde su esposa y su hija la esperaba desapareció de su vista.

Mientras que el sonido de la vida salvaje se hacía cada vez más fuerte, la figura se detuvo frente a lo que parecía un campamento nómada, donde un fuego débil y unas pocas antorchas iluminaban a otras 3 figuras que esperaban ahí, dos hombre sy una mujer que usaban antiguas túnicas griegas de color blanco con un diseño de rayos en el pecho, ambas mujeres tenían, por alguna razón, cubiertas las caras con un fino velo

- Bienvenida Jessica Hunter- Dijo el hombre acercándose a ella y estirando su mano, Jessica con mucha desconfianza, pero intentando disimularlo tomo la mano con fuerza, la mayoría habría hecho una muesca por su fuerza descomunal más el hombre parecía normal y siguió sonriendo

- Disculpeme pero ¿Quien es usted?

En eso Jessica noto algo raro en sus ojos, eran de un azul hermosos, de un color azul idéntico al cielo azul despejado de una tarde de verano, el mismo azul que ella tenia en su ojo derecho que representaba su lado divino según su esposa y que, por alguna razón, usaba la piel de un león sobre sus hombros- Soy Heracles, hijo de Zeus y la reina Alcmena, dios de la fuerza infinita y esposo de la diosa Hebe, diosa de la juventud. Soy el líder de la Orden del Cielo

- Puta madre

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