Me seque las lagrimas con fuerza mientras me levantaba del suelo, es suficiente de llorar, seguiré después, maldiciendo mi suerte por tener una vida tan complicada. ¿No podría ser mas normal? Que jodida mierda la verdad. Espero si tengo una siguiente vida que sea una u n poco mas aburrida, sin viajes en el tiempo y esas cosas locas que siempre me pasan a mí. Me subí a Blackte que me miraba con pena ¿Cómo un caballo te puede mirar con pena? Pues se nota en sus ojos, Blackte es mas inteligente de lo normal y se que sabe que me siento mal, por eso acaricio mi mano con su hocico antes de partir
-Estoy bien chico- Murmure, aunque mis ojos estén rojos por las lágrimas que había derramado y que aun querían salir a toda prisa, me puse la capucha de la gabardina para que no notaran ese detalle y aprete con mis piernas los muslos de Blackte para que corriera hacia la muralla defensiva de mi ciudad. Al llegar indique de inmediato que llamaran a Çerik que apareció casi al minuto, este hombre es el mas eficiente de mi imperio después de Altan
- Mi sultana ¿Qué necesita de mí? - Dijo arrodillándose
- Hoy encontré en medio del bosque los cuerpos desmembrados de algunos de nuestros soldados- Dije solemne viendo como los soldados abrían la boca impresionados- A algunos kilómetros de la muralla están los cuerpos, búscalos y prepáralos para que les rindamos los honores de héroes- Es lo que se merecen, la lealtad que me tuvieron hasta el borde de la muerte es algo que debe ser recompensado- Y busca a las familias, les daré mis condolencias personalmente
- Si mi sultana- De inmediato tomo a varios soldados mientras que yo me dirigía lentamente hacia el palacio
Aunque la gabardina tapaba mi rostro la gente sabía que era yo porque era la única persona en el imperio que las usaba, veía como los niños me señalaban y los adultos se inclinaban respetuosamente pero mi mente no estaba en mis súbditos, estaba en mi hijo, mi pequeño que no lograre conocer hasta los 7 y me duele en el alma porque es mi hijo, sangre de mi sangre que se supone debo cuidar con todo el amor del mundo. Deseo hacerlo, deseo ser parte de su vida, educarlo y amarlo con todo mi ser, pero preferiría matarme antes de poner la vida de uno de mis hijos en riesgo, por lo que tendré que sufrir en silencio el no poder estar ahí para él o ella como lo estaré con mis otros hijos. El tema de mi madre biológica la verdad en este momento me tiene sin importancia, al menos por ahora
Mi hijo me importa mas que saber quien diablos es mi madre, pues madre es la que cría y la mujer que me crio con toda la paciencia y amor del mundo es Helena Gibbons, ella es mi madre, me importa una mierda que un dios diga que mi madre es otra diosa, Helena es mi mamá y nada ni nadie cambiara eso. El tema de mi ascendencia lo vere luego, mas calmada y preferentemente cuando este en presencia de ella en persona. Me pudo decir desde un principio que ella es mi madre en vez del enredo de la abuela y Mara con Murad y Mehmed
Me baje de mi caballo llegando al establo, me siento cansada, muy cansada, Ares atacaba con ahincó y velocidad y yo debía ser mas veloz que el para poder esquivarlo además de que todos aquellos saltos y volteretas sin haber estirado previamente hicieron que mis músculos dolieran. Mi energía se quedó al mínimo y lo único que quería en este momento es tomar un largo baño de burbujas y acurrucarme con alguna de mis esposas. El día nublado con el viento levantándose con fuerza desde el mar, tan frio como el hielo por alguna razón me daba sueño y pereza, y el pensamiento de estar acurrucada con Mera sobre mi o abrazando a Daniela mientras toco su pancita con mis hijos adentro me hace querer llegar rápido al castillo por lo que apresuro el paso. Hoy descansaría, mañana me encargaría de cazar a cada hijo de puta que estuviese detrás de mi pequeña
Me adentre de camino directo a mi habitación notando las miradas de la servidumbre, bueno, tengo la sangre de mis soldados empapando mi ropa pues no tuve el cuidado de evitar mancharme, dieron sus vidas por mi y lo menos que podía hacer era mostrarles respeto y no asco ante su sangre. Me asegurare de matar a aquellos que los torturaron hasta la muerte, que cada uno sufra cada tortura que ellos pasaron, pero sin dejarlos morir, porque sus vidas no habrán sido tomadas en vano, lo juro como que soy la sultana del gran y poderoso Imperio Otomano. Hablare con mi padre sobre los avances en tierras griegas, mi informante que esta tras la pista de la orden de marte dice que están por Esparta
Según Barry, es muy peligroso entrar a dicha ciudad estado, esta militarizada al extremo, impenetrable e intocable, cada centímetro del lugar esta vigilado por guardias fuertemente armados con armaduras típicas romanas y griegas. El último bastión intocable de la cultura grecorromana que queda en este mundo. Pero nada es impenetrable, lo dice la historia y nuestras armas, me asegurare de destruir esa ciudad pieza por pieza, ladrillo por ladrillo hasta encontrar a esos malnacidos que me quieren lejos de mi familia
- ¡Jesin! - Me gire saliendo de mis pensamientos y abrace por puro instinto al pequeño cuerpo que se abalanzó contra mí, el olor tan familiar de mi Bella Dama me hizo abrazarla con más fuerza y sentí como todo el peso de la orden de Marte, de mis soldados caídos y de mi hijo en Francia desapareció en un instante. Mi corazón acelerado por mis pensamientos se calmo para quedar en sincronía con el corazón del amor de mi vida que me sonreía radiante
- ¿Qué te dijo el doctor mi amada esposa? - Pregunte separándome solo un poco para darle un beso rápido en sus labios de porcelana. Por lo menos ahora camina bien
- ¡Estoy embarazada Jesin! - Dijo ella sonriendo tan brillante que hasta el sol quedaría cegado con su belleza- ¡El doctor dijo que las nauseas eran por el bebe que crece en mi vientre!
- ¡No puede ser! - Grite sonriendo de la pura felicidad, de un salto tome a mi primera esposa en mis brazos y le di varias vueltas riendo de alegría, no podre ver a mi primer hijo, pero siempre podre estar con mis demás hijos que mimare y amare con todo mi ser
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