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La Llave En El Lago

Capitulo 77:

Familia Cipriano el 20/07/1801:

La familia Deluca era una de las pocas familias que aún conservaba esclavos, ya que resultaban ser de gran ayuda y al fin de cuentas no tenían que pagarles un salario, el señor Deluca aún no entendía como muchos nobles había decido pagar servidumbres cuando se podía obtener el mismo resultado sin tener que pagar.

Por lo que cuando llegó el joven esclavo que había puesto a vigilar los pasos de Cipriano día y noche para darle la noticia de que había enviado por fin una carta internacional el señor Deluca no pudo creer las palabras que dijo a continuación:

-Busca al notario y dile que traiga una carta de libertad con tu nombre, lista solo para ponerle mi firma y que sea pronto porque mañana a primera hora estaré saliendo de viaje-El hombre salió de la habitación casi en lágrimas y no tardó en traer al notario que le daría tan preciada libertad, aunque cuando llegaron ya el anciano Deluca había cambiado de opinión, sin embargo, firmó la carta de mala manera, pensó que un esclavo resentido podía ser peor que no tener esclavo aparte él todavía era dueño de la esposa e hijos del hombre:

-Supongo que como ahora eres un hombre libre buscaras un trabajo para comprar la libertad de tu mujer e hijos ¿cierto? -dijo el anciano y el esclavo asintió -bien ¿qué te parece si sigues trabajando para mí y con tu sueldo vas pagando lo de tu familia?

-Eso es muy generoso -Dijo el notario, el hombre no estaba de muy buen humor seguro estaba durmiendo cuando el esclavo lo levantó con su urgencia, el notario había pensado en negarse, pero el hombre privado de su libertad era tan corpulento como un toro y él era lo único que se interponía entre ella y hombres que anhelan su libertad más que nada había que temerles más que nada, ya que no tenían más nada que perder, el esclavo volvió asentir

-Muy bien veremos los detalles de tu sueldo cuando regrese por ahora necesito que le avises a mi sobrino lo de la carta y que si es posible se reúna conmigo inmediatamente -el esclavo se marchó mientras él anciano sonreía con malicia -Señor notario puede retirarse

El señor Deluca subió las escaleras y llamó a la puerta de la habitación de su mujer, Margarita Deluca salió de la habitación con la cara de estar recién levantada y de mal humor, pero cuando vio a su esposo, el hombre que la maltrato por años, se asustó nunca era bueno verlo a esas horas de la noche:

-Mujer prepara tus cosas mañana salimos de viaje -le informo y ella quedó atónita, pero el hombre se marchó y ella fue a preparar sus maletas, había aprendido de muy mala manera que era mejor hacer lo que su esposo decía para evitar que se volviera violento

Donato sonrió enormemente cuando se enteró de que su Cipriano había enviado una carta internacional, aunque él no tenía nada que ver con el dinero que su tío le debía a Lilibeth si tenía otros asuntos pendientes con Cipriano.

El esclavo que le había informado de la carta y de los encuentros sexuales de Amelia y Cipriano se retiró, obviamente sus asuntos pendientes iban más allá de una pequeña rivalidad familia, Donato pensó en sus padres y sus tíos ¿si no le hubiese metido sus sentimientos hacia Cipriano serían distintos? Él no podía saberlo, sin embargo, lo que sí sabía era que quería lo que Cipriano había tenido y él no.

Al principio se había fijado en Amelia solo porque vio lo embelesado que estaba Cipriano con ella, pero luego de estudiarla mejor se dio cuenta de que simplemente la mujer era una preciosura y al hablar con ella se dio cuenta de que su belleza no era solo física, sino también era muy inteligente, de carácter y sentimientos fuerte algo que le pareció sumamente atractivo, no estaba enamorado de ella, pero cuando se enteró de que Cipriano la poseyó en un lago supo que mover cielo y tierra para que ella fuese de él

Antes de ir al encuentro con su tío subió a la habitación de sus hijas, aunque la mansión de la familia tenía las habitaciones suficientes para que sus hijas durmieran en habitaciones separadas él prefirió que no fuese así, por lo que en cada habitación había dos niñas y la séptima hija que todavía era una bebé dormía con su doncella para que esta no se levantara a media noche a despertar a las demás, le tocó la puerta de la habitación de Camila y Cipriana, salió la primera, la segunda tenía un sueño muy pesado:

-¿Padre?

-Camila necesito un favor

-¿Cuál? -preguntó la niña algo alarmada

-¿Recuerdas a la niña del pícnic? -La niña asintió sin saber exactamente por qué su padre le preguntaba sobre esa niña

-¿A ti y a tú hermanas les agrado?

-era una niña agradable aunque era una plebeya

-Si… olvídate de eso -Dijo Donato -Quiero que se hagan amigas de ella, escribirles cartas invitarla a tomar el té

-¿quieres que mis hermanas también?

-así es

-¿eso es todo?-pregunto curiosa Camila

-sí y de ser posible cuando la inviten a la casa que venga con la mujer que la acompañaba ese día

Después de eso Donato salió sin saber que tendría que retrasar el plan con sus hijas un par de semanas.

Amelia, Olivia y Edward, 04/08/1801:

El día después de que se acordaron lo de la fiesta, Olivia le entregó las tarjetas de invitación listas a Amelia:

-Te quedaron increíble -Amelia vio la hermosa caligrafía Olivia, las letras eran curvadas y tenía un trazo suave y delicado, Amelia bajo las instrucciones de Edward había mejorado su caligrafía con pluma, pero aún no llegaba al nivel de Olivia -¿Estás de acuerdo con esto? -le preguntó Amelia a Edward, Olivia como esposa de Edward tenía la autoridad y el derecho para hacer una fiesta en la mansión Wilson, pero aun así Amelia quería saber qué pensaba Edward

-Si y me gusta más la idea de que sea solo para mujeres -dijo Edward su cara se notaba algo preocupado

-¿Ocurre algo? -preguntó Olivia

-Si esto quería decírtelo primero en privado, pero creo que no puedo posponer más esta conversación -ambas mujeres se miraron con preocupación -mañana partiré de viaje conjunto con Oliver -Olivia se alarmó era la primera vez que escuchaba sobre el viaje de su esposo y su hermano gemelo

-¿Tiene que ver con Cipriano? -preguntó directamente Amelia

-Así es -Edward encendió un habano, había tratado de dejarlo desde que se casó con Olivia, sin embargo, era una tarea difícil a veces no se daba cuenta de que los había encendido -ayer hablé con Luciano y me dijo algo…

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