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La Nueva Esposa de mi Marido

14 de Febrero segunda parte

Orlando y Azul terminaron de cenar incluido el postre, a Orlando le gustó mucho que Azul hubiera cocinado para él y más que nada estaba feliz por estar a su lado en ese dia especial. Aunque Azul estaba feliz también estaba nerviosa por lo que seguía y cuando Orlando se puso de pie ella trago saliva.

-¿qué tal si bailamos?- dijo Orlando y le extendió la mano.

- Si está bien- Azul tomo la mano de Orlando y se puso de pie, Orlando sacó su celular y puso una canción romántica para bailar, comenzaron a bailar despacio después de todo sólo estaban ellos dos, no había nadie que los interrumpiera así que disfrutaron de bailar, cuando empezó otra canción Orlando bajo la cabeza al cuello de Azul y de inmediato sintió como Azul se puso tensa.

-No tengas miedo, no haré nada inapropiado sólo quiero estar así- dijo en voz baja pero Azul lo escucho claramente ya que estaba muy cerca de su oído.

-Orlando...

-shhh no digas nada, para mi estar contigo es suficiente, no necesitamos hacer el amor para que esta sea una noche inolvidable- la voz de Orlando estaba llena de sensualidad cuando le susurraba al oído a Azul.

Al estar bailando Orlando guio a Azul al ventanal que daba a un balcón pero no salieron, Orlando le dio vuelta a Azul para que mirara hacia afuera, donde se veían las luces de la ciudad, Orlando se separó sacó una caja, la abrió y sacó el contenido: una gargantilla con el infinito en medio y sobre este gravados los nombre Azul y Orlando, cuando lo puso en el cuello de Azul está se sorprendió ya que estaba mirando las luces de la ciudad.

-Mi obsequio para mi dulce e inocente novia- dijo Orlando y le dio un beso en la mejilla a Azul, Azul hizo a un lado su cabello y Orlando abrocho la gargantilla de oro - el oro amarillo te queda muy bien- dijo Orlando y la abrazo por la espalda

-también te tengo un obsequio- dijo Azul un poco apenada.

-¿sí? Pensé que esto era mi obsequio ¿dónde está?

Azul miro hacia la mesita de noche y Orlando siguió la mirada, sobre la mesita había una bolsa de regalo llena de corazones, Orlando dejó de abrazar a Azul y fue hacia la mesita, tomo la bolsa y sacó el contenido, que era el videojuego del que le había hablado a Azul y él sonrió, Azul se acercó

-¿no te gustó?- pregunto nerviosa al ver que Orlando no dijo nada, Orlando dejó el obsequio en la mesita de noche y luego este fue donde ella y la beso en los labios.

- no me gustó, me encantó- la volvió a besar y Azul abrazo a Orlando disfrutando del beso mientras Orlando la abrazaba por la cintura, Orlando era de los hombres que si te abrazaba sin que sintieras que él quería algo más, era parte del encanto de Orlando saber respetar a una mujer pero eso no quitaba que las dejará sin aliento al besar ya que esa parte no podía evitarlo porque le gustaba hacerlo, cuando corto el beso y le dio otros de piquito sonrió porque Azul estaba sonrojada y no era sólo por el beso si no porque en algún momento del beso ella se excito.

-Orlando...- Orlando no la dejó hablar y la volvió a besar pero ahora colocando la mano en el cuello de Azul, está vez fue menos posesivo en el beso y al cortarlo pego sus narices a las de ella y las froto.

-está bien, puedo esperar incluso hasta la noche de bodas si así lo deseas

A Azul le pareció muy romántico como hablaba Orlando y era la primera vez que sentía que realmente la respetaba el hombre que la besaba porque no le acariciaba el cuerpo para calentarla y hacerla cambiar de opinión.

-¿te has masturbado pensando en mí?- le pregunto Azul a Orlando y este se quedó inmóvil por pregunta, y luego se soltó riendo un poco.

-Sí y más cuando te veo con esas faldas pegadas que dejan ver tu figura, me es imposible no pensar en ti y que no se ponga dura, me tengo que dar una ducha fría para calmarme.

Dijo Orlando mientras sentía que Azul jugaba con el sacó más eso pensaba porque Azul lo estaba desabrochando, y al escucharlo se ponía más nerviosa.

-¿porque una ducha y no la ayuda de tu amiga la Manuela?

Orlando se soltó riendo al escuchar la pregunta de Azul - no me gusta imaginarte sólo quiero sentirte, así que esperaré por ti- dijo y tomo las manos de Azul y esta sonrió tímida y al mirarlo a los ojos se sonrojo al verla Orlando trago saliva -es tarde hay que dormir- apenas dijo cuándo Azul lo abrazo pegado todo su cuerpo al de él y pudo sentir el bulto que hacia el miembro de Orlando debajo de sus pantalones y Orlando se tensó ya que sabía que Azul se daría cuenta.

-Orlando estoy lista

-Azul.copy right hot novel pub

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