Alaska
Aaron caminaba junto a mí en toda la cuesta de camino a la Residencia, justo donde me había dicho Adam, no me la iba a jugar sin saber todo antes de atacar, incluso las Forjadoras de Acero se quedaron en los laboratorios por seguridad del lugar.
¿A quién iba a acudir? Kratos, él debe de saber algo.
— ¿A quién le estás llamando? —preguntó Aaron cuando vio el teléfono pegado a mi oreja.
— Kratos—negó un poco, pero seguimos caminando hasta que me detuve en la entrada de la Residencia.
— ¿Qué se te ofrece, Luna? —habla Kratos con una voz burlona, siempre riendo.
— Necesito que vengas a la entrada de la Residencia, hay algo de lo que quiero hablar contigo urgentemente.
— Te refieres a la manada El Infierno, ¿no? —me interrumpe cuando escucha la pregunta que le iba a hacer— Estábamos por la Universidad cuando ellos entraron a los laboratorios, llegamos en seguida.
Y colgó. Suspiré viendo a Aaron recargado en las rejas, no estaba molesto, más bien estaba a la expectativa de que en cualquier momento llegara de nuevo ese tal Dante.
— Creo que no se irán hoy.
— Es probable—y sí, no parecían tener intenciones de irse, tal vez en unos días, Adam logre sacarlos.
Me pongo recta cuando veo a Kratos y todo su grupo, sin las máscaras, pero con la habitual vestimenta negra, se veían casi tan intimidantes como la nueva manada. Aaron también se endereza y cruza sus brazos, tal vez quería demostrar que me cuidaba o algo así.
— Alaska... y tu amigo Aaron—responde abriendo los brazos cuando se acerca lo suficiente.
— Kratos—cruza una pierna me mira esperando a que inicie el verdadero tema de conversación—, ¿sabes qué está ocurriendo con los humanos de fuera?
— ¿Te refieres a todo el mundo fuera de Whittier? —asiento— Pues hay muchos rumores que en Europa se ha desarrollado un virus llamado Euphoria en los humanos, pero está atacando a otros animales y probablemente llegue a América.
— ¿Qué rayos es Euphoria? —pregunta interesado Aaron.
— Un virus, hace que la gente se vuelva agresiva y desesperada, comienza con una fiebre y luego un picor en todo el cuerpo, hasta que la gente no puede contenerse y comienza a atacar a los demás para buscar un alivio que no consiguen, eventualmente mueren, por supuesto—responde Kratos mirando sus uñas.copy right hot novel pub