Alaska
El sonido de una luz fallando sobre mí con punzadas al ritmo de mi dolor de cabeza, logran hacerme abrir los ojos y lo primero que siento, es el piso frío sobre mi mejilla, de hecho, sobre todo mi cuerpo, estoy tirada en el suelo.
Mis ojos divagan entre todo el lugar y solo encuentro una cama, una mesa y dos puertas, una tal vez con un baño, y la otra la salida. Todo en un frío color blanco, con una luz parpadeante, ni más ni menos.
Logro sentarme sosteniendo mi cabeza sin orientación ninguna, no recuerdo qué pasó y el por qué estoy aquí. ¿Me secuestraron? ¿Adam sabe dónde estoy?
Adam.
Es la primera persona que se cruza en mi cabeza y miro hacia todos los rincones esperando ver algún indicio que me diga que no soy prisionera aquí.
Intento ponerme de pie esta vez, pero siento... heridas, en mis costados y brazo izquierdo. Tengo tubos conectados que van más allá de mi alcance para saber qué me han puesto, pero duelen, mucho. Descarto la idea de arrancarlos, son algo gruesos y me harán sangrar, así que con cuidado me pongo de pie y respiro profundo para intentar calmarme. Frente a mí hay un espejo del tamaño de la pared, puedo verme.
— ¿Hola? —pregunto con voz ronca cuando distingo unos altavoces en el techo, pero no hay mucho qué decir.
— Hola, Alaska.
Reconozco esa voz, es la Forjadora principal. Miro en el espejo y me acerco para poder tocarlo, es de doble sentido, me ven a través de él. Pero...
— Estás en el laboratorio de Whittier—vuelve a hablar por los altavoces y esta vez el espejo libera una imagen.copy right hot novel pub